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Opinión

¡Viva la madre (no perruna) que me parió!

«Escribo desde la indignación que me provoca el pensar que existan mujeres que piensen que ser madre es sacar dos veces al día a la calle a un ser vivo»

Una madre con su hijo en un campo de flores | Unsplash

Querida amiga, que ayer, día de la madre, tuviste la ridícula idea de autofelicitarte por tu labor como ‘madre perruna’, tengo un mensaje para ti: tener un perro, por suerte para todas, no te convierte en una perra. Solo un hijo de verdad tiene el poder de convertirte en una madre de verdad y lo demás son tonterías. 

Es curioso como las que defienden que una mujer no necesita ser madre para ser feliz y completar su existencia suelen ser las mismas que buscan desesperadamente adjudicarse de las maneras más absurdas, las funciones y por lo visto, ahora incluso las festividades propias de la maternidad. Les ponen pañales a sus perros, tratan como hijos a sus gatos, mientras observan, desde un rascacielos de moral neo-feminista, a las madres que a sus ojos hemos caído en las trampas del patriarcado, abrazando nuestro destino natural. 

Escribo desde la indignación que me provoca el pensar que existan mujeres que piensen que ser madre es sacar dos veces al día a la calle a un ser vivo, llevarlo una vez al mes a la peluquería y conseguir colocarlo cuando te apetece irte de viaje. Porque aunque no hayan vivido la experiencia de ser madre, sí han podido disfrutar del regalo que supone ser hija de una y dudo (aunque de ser así, justificaría el trauma que manifiestan), que sus madres se hayan limitado a servirles dos veces al día pienso. 

Pero puestos a dejarnos llevar por el dislate de celebrar a las madres perrunas, me surgen algunas dudas: ¿cómo les vamos a explicar a estas «madres» cómo es ser el lugar seguro de otro ser humano?, ¿cómo vamos a poder describirles lo que se siente ver una parte de ti en ellos y en todo lo que hacen?, ¿cómo les decimos que hay madres que lo son, incluso de bebés que no pudieron llegar a nacer? Porque… ¿A qué es imposible ser mamá perruna de un perro que no tienes? Y ahí está la diferencia, una madre ama antes del nacimiento y ese amor no se acaba ni siquiera con la muerte. 

Es entendible que con lo poco que se nos permite abrazar nuestra naturaleza femenina hoy en día y con lo eficaz que es la estrategia de los que juegan a cambiar conceptos de familia o mujer, hayamos llegado hasta aquí, teniendo que definir lo que es ser madre, el único concepto con el que llegamos a este mundo.

No quiero ponerme intensa (más aún), pero realmente creo que mi indignación está justificada, que ayer se intentara llevar regalo alguien que no ha tenido que aprender a golpe de pataleta lo crucial que puede llegar a ser para la salud mental el asegurarse el estado deseado y la forma en la que quiere un hijo el plátano, por ejemplo, antes de ofrecérselo, o no haya sentido la logística familiar y laboral tambalearse escuchando a un hijo empezar a toser o no sepa lo que es vivir atormentado por la discografía al completo de la banda sonora de las películas de Disney

Mi amiga por desgracia no fue la única, entre mis conocidas pude contar hasta cinco las que se perciben ‘madres perrunas’ y utilizan las redes sociales para felicitarse, pero no entre ellas, sino a ellas mismas. Es curioso que jamás he visto a alguien felicitando a una mujer por ser mamá de un perro, realmente nadie ve como un gran mérito el hecho de convivir con una mascota. Lo que me lleva a pensar que cuando una es madre, quiere a su hijo tal y como es, no le adjudica un papel distinto al que su naturaleza le permite, uno no llama vecino a un hijo o jefe (bueno alguno sí, pero ese no es mi problema), uno lo llama hijo. Las madres perrunas hacen todo lo contrario.

Pues eso, aunque sea un día tarde, ¡feliz día a todas las madres de verdad! Y a las perrunas un woof-woof con mucho cariño o lo que viene siendo lo mismo, un ‘déjate de chorradas, querida’. 

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2 comentarios
  1. Noramur

    No le voy a quitar el hecho de que muchas personas tratan como si de una persona se tratase a su mascota, incluso celebrar el día de la madre fuera de casa (SIN SU PERRO!), pero déjeme que le diga que tener perro no es sacarle dos veces al día o darle su pienso otras tantas.

    Si eso fuera así, sería todo muy fácil, pero hay personas que se dedican en cuerpo y alma (véase protectoras) al cuidado de estos y otros tantos profesionales a la rehabilitación y educación de los perros o las personas que cuando adoptan un perro pues toman su parte de responsabilidad en el cuidado y bienestar del animal.

    Tener perro conlleva que puedan tener problemas de comportamiento, tan graves que se puede tardar más de un año en solucionar.

    En mi opinión, las personas tienen perro sin tener ni idea, pero lo peor no es eso, es el no tener el mínimo interés en aprender de ellos, son un mero peluche y eso no es así.

  2. Klaus

    Simpatizo profundamente con la irritación de la autora.

    Pero va contra los tiempos. Actualmente hay maromos de metro noventa y cien kilos de músculo que pasean por los vestuarios femeninos sus colgantes badajos de catedral gótica y nadie les puede decir nada porque «se autoperciblen como mujeres».

    Así que el hecho de que una mujer que tiene perro se autoperciba como madre, absurdo como es, no es un disparate de los más graves.

    Yo últimamente me estoy sintiendo bastante padre de mi guitarra eléctrica, una flamante Fender Stratocaster american standard de madera de aliso natural con acabado sunburn y diapasón de arace (¿no se nota el amor paterno en como lo cuento?).

    Y estoy empezando a concienciar a mi coche para que se sienta ambulancia y así poder aparcar en todas partes.

    Igual habría que dejar de cabrearnos tanto con las consecuencias particulares que más nos tocan la moral de esta basura de religión en que se ha convertido la izquierda y atacar de una vez implacablemente sus pútridas raíces.

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