Vota a Ana Rosa

Como terminar con la pobreza es un lío, en Podemos la han cogido con Ana Rosa Quintana. El candidato a la alcaldía de Madrid, Roberto Sotomayor, la amenazaba con quitarle la medalla de la ciudad y lo decía con un tono tan amenazante que casi se escuchaba la cadena de la medalla romperse en el tirón contra el cuello, como cuando te atracaban los yonquis en los 80. 

Digo que agotadas las posibilidades de solucionar los problemas de la gente estando en el Gobierno, la nueva izquierda la ha emprendido con Ana Rosa Quintana y con Susana Griso, dos de las mujeres más poderosas de este país, pues a Podemos le gustan las mujeres con fuerza, pero dependiendo, esto es siempre que no les alboroten el corral. Acaso AR esté un poco demasiado empoderadilla para Iglesias, que se ve incapaz de ejercer sobre ella su influjo de macho alfa. 

Yo creo que lo que más les molesta de Ana Rosa es que la gente ponga en la tele su programa y no el Canal Red. El mando es la herramienta más poderosa de la voluntad popular y por eso Iglesias pretende terminar con él. Si él gobernara, en adelante mi Españita consumiría la información y las series en las proporciones que él considerara las adecuadas. Esto tiene un nombre, pero no voy a decirlo.  

Lo que Podemos anhela públicamente es un paraíso donde las televisiones estén controladas por un organismo público, esto es, ÉL. «Dadme los telediarios», pedía Iglesias, dictadorzuelo wannabe del share, último heredero de esa Españita esnob con reproche a las mujeres de una determinada edad por esa costumbre que consideran tan vulgar de ver las telenovelas turcas, ahí subyugadas en el sofá a los cánones heteronormativos de la belleza masculina y el amor entendido a la manera tradicional.

Me refiero a esa concepción de la sociedad española en la que la gente vota lo que vota y piensa lo que piensa en la medida en la que se rinde a sus impulsos chabacanos lobotomizada por los magazines de la tele generalista que esta izquierda detesta. Porque para Podemos, la gente es tonta y tu madre dice lo que dice abducida por Ana Rosa como si fuera boba, como si no entendiera nada. Estiman que la gente está formada por tontos perfectos, tontos esféricos que ven lo que ven porque son tontos. Consideran incapacitado al ciudadano que desean proteger tanto que, por su bien, empiezan quitándole el canal que le gusta y terminan por negarle el derecho a votar. 

«Tu madre viendo el canal de Iglesias y el especial de Pam sobre las posturas decentes para encamarse harían de ella una mujer decente»

Mucho mejor estaría tu madre leyendo la última chorrada de Chomsky o incluso el extinto ‘Última hora’ donde Dina Bousselham dedicaba el tiempo a cortarme unos trajes que, si te digo la verdad, me quedaban muy bien. Cuánto mejor estaría tu madre viendo el Canal Red en el que se contextualiza la subida de precios de la vivienda, la reducción de penas a los violadores, las motivaciones que justificaban el terrorismo de ETA, el hambre en Venezuela y las matanzas del batallón Wagner en Ucrania, tu madre viendo el canal de Iglesias y el especial de Pam sobre las posturas decentes para encamarse harían de ella una mujer decente.

En la gauche Galapagar -¡Liberté, égalité, chalé!- anida desde hace tiempo un desprecio por lo popular que va desde la música, los libros, la ropa, las películas, las corridas de toros que no deberías ver y hasta tus costumbres a la hora de hacer el amor. La tele, que tanto atacamos en su día estando tan equivocados, es las Termópilas de tantas cosas, la barricada de Delacroix y Ana Rosa, Susana, Pepe, Pablo y Vicente, sus ‘Mariannes’ que defienden al pueblo de los tiranos del mañana. Tenemos el deber de defenderla con uñas y dientes de los censores y los metedores de mano ideológica, los quitadores de medallas y los tipos que consideran que tu madre es boba por ver en la tele no sé qué. Yo hoy pido el voto para Ana Rosa Quintana, por el bien de todos. No les deis los informativos.