Menor oferta, subida de precios: la cruda realidad de la vivienda
La única manera de reducir el precio es precisamente incentivando a la oferta, no limitándola
Hace unos días apareció en algunos medios de comunicación un análisis sobre la subida del precio de la vivienda en Segovia, donde se culpabilizaba del incremento de los alquileres a los turistas y a los estudiantes. Se trata de una asociación de ideas ciertamente peligrosa, más si cabe en un contexto de estancamiento como el actual, y que trataré de explicar con algunos ejemplos.
El turismo representa el 11,6% del PIB de la economía española, o lo que es lo mismo, una actividad que aporta 156.000 millones de euros. Para hacerlo posible, el sector emplea a 1,9 millones de personas, el 9,6% de la población ocupada. Criminalizar el turismo puede favorecer, como se vio en Barcelona con la campaña Tourists go home impulsada por la CUP y secundada por el Ayuntamiento de Ada Colau, con declaraciones de su equipo de gobierno afirmando que los turistas eran como «una plaga de langostas». La moratoria hotelera, la negativa a ampliar el aeropuerto, el recargo sobre la tasa turística o la campaña contra el alquiler vacacional dan sus frutos. Entre 2019 y 2021 las plazas hoteleras cayeron un 26% y las visitas se desplomaron un 70% en la zona costera. Menos turismo, menos actividad, menos empleo.
En mayo de 2023 se adoptó la Ley 12/2023 por el derecho de la vivienda, que regulaba los precios de alquiler. Una de las ciudades que con mayor ímpetu se ha aplicado la ley, por la convergencia de la legislación estatal y la autonómica, es Barcelona. ¿Qué impacto ha tenido? Entre mayo y agosto de 2023, en tan solo 4 meses, en algunos distritos de Barcelona como Ciutat Vella, Sant Martí o Sants los precios de alquiler se habían incrementado un 7%, y el 70% de los propietarios que recuperaban su vivienda tras finalizar un contrato de alquiler, pasaban a ofrecer sus viviendas en un contrato de alquiler temporal en lugar de uno de larga duración; y otro 15% ponía su vivienda en venta. Menos oferta, subida de precios.
Recuerdo un profesor de la facultad que recurrentemente nos hablaba de las «mejoras a peor», aquellas medidas que, aunque detectaran un problema real, su aplicación iba a magnificar el problema que pretendían resolver. La intervención de los precios en el mercado de vivienda, en todas las ciudades donde se ha aplicado, siempre ha comportado un incremento de precios. La única manera de reducir el precio es precisamente incentivando a la oferta, no limitándola.
¿A dónde quieren llevar a Segovia? El municipio con el menor precio del m2 en España es Fuente Ovejuna, en la provincia de Córdoba, con un precio medio de 334 euros/m2. Este municipio presentó una tasa de paro del 27,19% a finales de diciembre. Culpabilizar del incremento de precios al crecimiento del turismo y a la atracción de estudiantes es lo mismo que atacar el crecimiento y el desarrollo de las regiones y de los individuos que la componen. Quienes critican a los turistas y a los estudiantes en Segovia, probablemente no conocen el efecto multiplicador que su presencia genera en el comercio, la actividad y el empleo del municipio. Y lo que vale para Segovia, mutatis mutandis, vale para el conjunto del país.