La esperanza de vida de las empresas españolas
«Es esencial prolongar la vida útil de las compañía en España y mejorar su eficiencia para fortalecer nuestro entorno»
La actividad empresarial es un indicador crucial para la salud económica de un país. En España, durante el período comprendido entre 2018 y 2022, se crearon un total de 469,641 empresas, según revela un estudio reciente realizado por Informa D&B. Sin embargo, este informe también destaca una realidad preocupante: cerca del 27% de estas empresas ya habrían cesado su actividad en este período de tiempo. Según datos de Cepyme, el 60% de las nuevas empresas creadas no superan los cinco años y el 25% no supera su primer año de actividad. Se trata de cifras que exigen un análisis pormenorizado y una respuesta por parte de las administraciones.
La esperanza de vida de las empresas españolas es, de media, 8,43 años. Para aquellas que superan los 10 primeros años, su esperanza de vida se alarga hasta los 15,62 años. En las micro y pequeñas empresas la esperanza de vida se sitúa alrededor de los cinco años, mientras que las medianas y grandes superan los 30 años, llegando a 60 años para las que tienen más de 50 trabajadores.
Uno de los datos más llamativos que arroja el primer estudio es la baja proporción de empresas que optaron por el procedimiento concursal al cesar su actividad, representando apenas el 0,48% del total. Esta cifra pone en evidencia una posible ineficiencia del sistema concursal, especialmente considerando las recientes reformas en este ámbito. La tasa de mortalidad empresarial varía significativamente según el año de constitución de las empresas, alcanzando su punto máximo entre las sociedades constituidas en 2018 y 2019, con tasas del 44,5% y 39% respectivamente. Uno de los motivos que podrían ayudar a explicar esta situación es el impacto que sufrieron estas empresas con la llegada de la covid-19.
Al analizar los sectores más afectados por el cese de actividad, encontramos que las industrias extractivas y la industria textil son las más golpeadas, con tasas de mortalidad del 37% y 34% respectivamente. En contraste, sectores como la administración, la intermediación financiera y la sanidad muestran tasas más bajas de cese de actividad, alrededor del 12,5%, 18% y 19% respectivamente.
En términos de número de ceses, el comercio y la construcción, junto con las actividades inmobiliarias, lideran las estadísticas, con 29.775 y 26.902 ceses respectivamente para el período 2018-2022. Sin embargo, cabe destacar que la situación varía según la región. Comunidades como La Rioja, Aragón y Extremadura presentan tasas más bajas de empresas inactivas en comparación con las empresas creadas en la comunidad, mientras que Melilla, Ceuta y Canarias muestran las tasas más altas de ceses. Las microempresas son las más susceptibles al cese de actividad, con una tasa que supera el 14%, seguidas por las grandes empresas con un 12%. Sin embargo, a medida que aumenta el capital invertido en la creación de empresas, la tasa de inactividad tiende a disminuir, alcanzando un 8% en las empresas con un capital de más de tres millones de euros.
En conclusión, si bien la creación de empresas es un indicador positivo para la economía, la alta tasa de mortalidad empresarial en España plantea desafíos significativos. Se requieren políticas y medidas eficaces para mejorar el entorno empresarial y reducir la mortalidad de las empresas, especialmente en sectores vulnerables y en regiones con tasas más altas de ceses de actividad.
Es esencial prolongar la vida útil de las empresas en España y mejorar su eficiencia para fortalecer nuestro entorno empresarial y fomentar un crecimiento económico más sólido. Esto implica simplificar trámites, reducir la carga fiscal y promover la innovación, lo que permitirá a las empresas consolidarse, ser más productivas y expandirse con mayor facilidad, generando así más empleo y contribuyendo al desarrollo económico a largo plazo. La sostenibilidad de las empresas españolas en el largo plazo es esencial para combatir los problemas derivados de las elevadas tasas de desempleo y desempleo juvenil y fortalecer la estructura económica del país.