THE OBJECTIVE
Opinión

La subida del SMI o cómo ponérselo más difícil a los españoles

«Los jóvenes y los más vulnerables tendrán más difícil encontrar empleo al aumentar sus barreras de entrada al mercado»

La subida del SMI o cómo ponérselo más difícil a los españoles

Ilustración de Alejandra Svriz.

Recientemente se han adoptado, o se ha propuesto adoptar, dos medidas que afectan al mercado laboral y, de golpe, a la actividad económica y a la generación de riqueza y oportunidades. La primera es la subida del SMI hasta los 1.134 euros; y la segunda es la reducción de la jornada laboral de 40 horas a 37,5. Ambas suponen una mala noticia en términos económicos, aunque haya quien piense que se trata de una nueva «conquista» para los trabajadores. De la primera trataré de arrojar luces hoy y de la segunda, la próxima semana. El mantra que existe tras estos anuncios es «que paguen los ricos». ¿Qué impacto tiene para la economía está motivación en la acción de Gobierno en materia de política económica?

En primer lugar, no hay que olvidar que el salario mínimo es una barrera de entrada al mercado laboral, ya que impide participar en el mercado laboral con un salario inferior. Para entenderlo, se asemeja a la cuota que el Gobierno fija para que los españoles podamos entrar a formar parte del club de trabajadores. En un país con una tasa de paro del 12,9%, la mayor de la UE, y una de paro juvenil del 27,4%, la más alta de la OCDE, crear o incrementar barreras de entrada al mercado laboral no parece una muy buena idea. Además, no hay que olvidar que su impacto negativo afecta principalmente a aquellos colectivos más vulnerables, principalmente jóvenes, parados de larga duración y personas con menor nivel de estudios.

El SMI ha subido un 50% desde 2018, pasando de los 708 euros mensuales a los 1.134 euros mensuales, este hecho ha acarreado ya diversas consecuencias. Aunque para alguien que escuche la noticia y no comprenda el razonamiento económico le pueda parecer algo bueno, pone en una encrucijada difícil al empleador, en muchas ocasiones autónomos o pymes, entre aumentar el salario al trabajador, despedirlo o incrementar la economía sumergida y pagarle al trabajador en negro. La evolución de la productividad en la economía española no ayuda a que el empleador tome la decisión de incrementar el salario, pues esta ha caído casi cuatro puntos desde 2018, frente al incremento medio de la OCDE de 4,6 puntos. Así pues, parece que muchos empleadores deberán decidir entre prescindir de una parte de la plantilla o un incremento de la economía sumergida, que en nuestro país ya supone más del 20% del PIB, más de 300.000 millones de euros.

Hay que tener en cuenta que, si sube el SMI, no sólo sube el salario efectivo que percibe el trabajador, sino que se incrementan los costes empresariales y los de la administración. EL SMI supone el valor de referencia más común para fijar el tope de rentas que pueden recibir los españoles en concepto de prestaciones. La más común es la prestación por desempleo. En este sentido, se verán beneficiados aquellos trabajadores desempleados cuyo salario anterior a la situación de desempleo superaba el umbral fijado por las prestaciones y por lo tanto la cantidad finalmente percibida estaba topada en relación con el SMI. Si se incrementa el SMI, se incrementará la cantidad efectivamente percibida por estos desempleados.

En contra de lo que cabía esperar, la medida perjudica a colectivos muy vulnerables, como los descritos anteriormente, pero beneficia a los desempleados con mayor salario previo. Para el Gobierno, supone un incremento en el gasto en prestaciones por desempleo y en la Renta Activa de Inserción, que fija el umbral del 75% del SMI para que alguien la pueda percibir.

El SMI representa alrededor del 61% del sueldo medio neto en España, llegando al 70% para pymes y autónomos con empleados. Estas pymes y autónomos representan el 99% de las empresas del país, el 65% del PIB y el 75% de los puestos de trabajo. Así pues, la subida del SMI afecta de lleno a la sostenibilidad de la economía española.

En resumen, con esta subida de SMI el Gobierno ingresará más por el incremento de IRPF y de las cotizaciones sociales, pero tendrá más gasto de desempleo y prestaciones sociales. Las empresas deberán decidir en primer lugar si mantienen o no al conjunto de sus trabajadores y en segundo lugar, con qué condiciones, empujando a algunos a la economía sumergida; eso sí, los jóvenes y los más vulnerables lo tendrán más difícil para encontrar empleo, pues se incrementan sus barreras de entrada al mercado laboral, al ser más costosa para la empresa su incorporación.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D