Arcadi Espada, Albert de Paco y Tadeu: con el 'caso Nevenka' empezó todo
TO explica el caso de Ismael Moreno, exalcalde de Ponferrada, primer político condenado por acoso sexual en España
Nevenka Fernández fue concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Ponferrada (León) entre 1999 y 2000. Al poco de tomar posesión, denunció por acoso al alcalde, Ismael Álvarez. El 30 de mayo de 2022, el político del Partido Popular tuvo que dimitir tras ser condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Fue el primer cargo público condenado en España por acoso sexual y su caso ha sido abordado en 2024 por Icíar Bollaín en la película ‘Soy Nevenka’. Para reflexionar sobre lo ocurrido, Tadeu entrevista en la sede de ‘THE OBJECTIVE’ a Arcadi Espada y José María Albert de Paco, dos de los periodistas que más han estudiado el caso. Puede ver el vídeo completo de la charla pinchando sobre la imagen principal que acompaña este artículo. A continuación, Albert de Paco escribe sobre su relación con Ismael Álvarez y por qué es pertinente abrir un debate sobre lo que de verdad ocurrió.
Conocí al exalcalde de Ponferrada Ismael Álvarez en noviembre de 2021, en el hall de un hotel madrileño en el que nos había citado Arcadi Espada, quien en abril de ese mismo año había publicado en El Mundo el artículo ‘La pasión de Ismael’. En él contaba cómo, mientras ambos visionaban (disculpen la cursilería, pero la creo pertinente) el documental sobre Nevenka en Netflix, Ismael se iba abriendo paso a base de desmentidos entre la maleza de hechos alternativos que presentaba la verificadora. El salón acabó perdido de notas al pie.
En el encuentro que mantuvimos, Ismael no negó que hubiera incurrido en subidas de tono ni que, como quiera que Nevenka, tras la ruptura, avivó la expectativa de retomar (o no) la relación, este le llegara a decir: «¡Aclárate de una vez!». Ni siquiera cabe descartar la posibilidad de que le dijera «de una puta vez», o de que abrochara la imprecación con un «¡coño!».
Lamentablemente, no soy Juanjo Millás, psicoanalista de provincias y autor de la obra matriz del nevenkismo, Hay algo que no es como me dicen, regurgitada desde su publicación en forma de pieza teatral, psicodrama, grafiti, ¡rotonda!, película, docuserie… por lo que estoy incapacitado para escriturar conversaciones de alcoba sin haberlas presenciado. Y menos aún para facturarlas como «relato real» con ínfulas de diagnóstico social.
Y si bien subrayar según qué obviedades resulta humillante (lo es para mí, aunque también debiera serlo para el mainstream cultural español); ahí va: la hosquedad en que a menudo rompe un desengaño amoroso es delictiva.
Es probable que en la gama de grises en que se dirimen las justas sentimentales, Ismael no se comportara con arreglo al protocolo aliade, pero no hay ninguna duda de que fue condenado sin pruebas. De hecho, cualquiera que se hubiera tomado la molestia de leer el sumario (y, sobre todo, el demoledor voto particular), habría llegado a la misma conclusión. Esa evidencia, sumada al testimonio de Ismael y al abundante registro documental de la relación, me llevaron a pensar que el asunto merecía un reportaje.
Pensé en una suerte de crónica que abundara en la certidumbre de que entre Ismael y Nevenka hubo un amorío tan fugaz como real, un noviazgo saturado de poemas y ñoñerías; en una pieza de cierta hondura que desmintiera e incluso ridiculizara el prejuicio del que parte Millás, esa conjeturilla como de tertulia de Julia Otero: no había ninguna posibilidad de que Ismael no acabara en la cama con Nevenka, y que, en cierto modo, es el fermento de estupideces como que «todos los hombres somos violadores en potencia».
Pero no pudo ser. La tarde en que nos conocimos, Ismael ya llevaba escrito más del 70% del texto (con una sintaxis impropia, he de decir, de cualquier político estándar de nuestro tiempo), y todos mis intentos de reconvertir el material en un ensayo al uso fueron infructuosos.
Por dos razones: el modo en que yo lo pretendía enfocar habría obligado a Ismael a bajar a la coma de su romance con Nevenka, a los fines de semana en hotelitos de la comarca, a las escapadas a Galicia, a Portugal, a Madrid…, e Ismael, por pudor, se mostró reacio a que su familia se viera expuesta, nuevamente, a los pormenores de los días de vino y rosas.
La segunda razón, tal vez más atendible, es que yo quería escribir un libro cuyo eje fuera su historia con Nevenka, pero Ismael pretendía, además, dejar constancia de toda una vida. Algo así como una wikialvarez que incluyera retazos de su humildísima infancia, de su ‘erasmus’ de delineante en Madrid, de sus devaneos progresistas, de su pasión por la poesía y el cine, de cómo, ya con hijos, le hurtó tiempo al tiempo para licenciarse en Derecho, de sus primeros pasos en la política, de su devoción por Ponferrada… «No quiero que lo único que me defina sea Nevenka». No supe rebatir esa afirmación, que sigo considerando inexpugnable.
Hechas las cuentas, acordamos que yo revisaría el texto y que, si detectaba algún fragmento que me pareciera confuso o ambiguo, le propondría una alternativa. Fui agrupando subrayados y, cada tanto, viajaba a Ponferrada a discutir con mi anfitrión por qué mi solución era mejor que la suya. Más de una vez regresé escaldado.
De ese tira y afloja nació una amistad, y es raro que pasen 15 días sin que conversemos. La razón que nos llevó a conocernos ha sedimentado en una geología de la infamia en la que, cada vez que las Pastores, las Fallarás y el Fondo Sur MeToo se desmarcan con una nueva franquicia (¿para cuándo, y lo digo absolutamente en serio, el musical?), hay que seguir practicando catas. Con el consuelo, no siempre magro, de que la verdad, como la vida, sigue estando programada para abrirse camino.
¿Qué es el ‘caso Nevenka’?
Nevenka Fernández fue concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Ponferrada (León) entre 1999 y 2000. Al poco de tomar posesión, denunció por acoso al alcalde, Ismael Álvarez. El 30 de mayo de 2022, el político del Partido Popular tuvo que dimitir tras ser condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León. Fue el primer cargo público condenado en España por acoso sexual y su caso ha sido abordado en 2024 por Icíar Bollaín en la película ‘Soy Nevenka’.