Zapatero, prescriptor televisivo
«Zapatero, el maestro de maldades de Sánchez, ha grabado un vídeo animando a la gente a ver esa gran cadena de televisión que es Canal Red»

Ilustración: Alejandra Svriz
Un servidor tiene claro que ser presidente del Gobierno no debe ser fácil, pero algo debe pasar en España para que ninguno lo haya hecho bien. Está claro que dirigir un país es una tarea ardua y casi imposible de realizar, si se quiere gustar a todo el mundo. Si no hay dos personas que piensen exactamente lo mismo de todos los temas, cómo hacer para que casi 50 millones no se sientan molestos ante cualquier decisión tomada por el presidente de turno. Esto ellos ya lo sabían desde el principio. Sabían y saben que también es imposible poner de acuerdo a los que se dicen de los suyos. Siempre nacen o existen facciones discordantes con el mensaje oficialista. Cómo esto también lo sabían desde los orígenes de sus mandatos, todos los presidentes decidieron gobernar para ellos mismos y sus más cercanos. El Partido lo es todo, el que te encumbra y el que te lanza al vacío. El Partido es Dios, y la religión a expandir la ideología. Los creyentes nunca verán a Dios, el Reino de los Cielos sólo espera al Partido y durante la vida eterna que otorga una mayoría más o menos absoluta.
Zapatero fue durante un tiempo presidente del Gobierno y representante del socialismo español en la Tierra. Lo hizo tan mal que hasta reconoció que había defraudado a los suyos. Para que eso lo hiciera un político que le duran hasta a día de hoy, amistades tan tóxicas y vomitivas como las que tiene con el régimen venezolano, habla de cómo de sucia tenía que tener la conciencia. Zapatero, un expresidente que se metió a escritor por una temporada, y que tuvo el valor de escribir un libro sobre Borges. Si este hubiera estado vivo, o se suicida o lo mete con él en la tumba. También es cierto que, aunque el genial escritor argentino hubiera estado vivo, esto no lo habría visto venir.
Tampoco nadie vio las virtudes de Zapatero como prescriptor televisivo. A Zapatero un servidor se le imagina creando crispación desde la retaguardia, como le dijo a Iñaki Gabilondo, cosa que le faltaba por enseñar al periodista a la que creía su alumna más aventajada, la «agradecida» Silvia Intxaurrondo, y que absorbió de manera magistral, como viene demostrando cada mañana en la primera cadena de la televisión pública. Pues sí, señores y señoras, el expresidente ahora se ha metido a recomendar qué canales de televisión son los adecuados para una persona que quiera informarse a la imagen y semejanza de seres tan de luz como el mismo expresidente o gente de la valía infinita de Pablo Iglesias o Irene Montero. Pareja de pijos, chalet mediante.
Y es que el maestro de maldades de Pedro Sánchez, y que a la larga ha quedado en su mísero aprendiz, ha grabado un vídeo animando a la gente a ver esa gran cadena de televisión que es Canal Red. Sus palabras textuales son las siguientes: «Pluralismo informativo. Defensa de voces progresistas. Combate ante la desinformación, ante los fakes. De tantas plataformas conservadoras reaccionarias, canal red es una opción, y ahí estamos». Pablo Iglesias le pide que publicite su canal televisivo y él sumisamente ante uno de los suyos accede gustosamente. Todo queda en casa a la hora de ayudar a difundir mensajes que son indignos para el ser humano, y que sólo benefician a la casta interesada en transmitirlos.
Ojalá le den pronto un programa a José Luis. Ahora que Ana Rosa Quintana vuelve a las mañanas de Telecinco, una buena forma de contraprogramarla sería poner a nuestro Mr. Bean patrio en un programa que nos indigeste el desayuno, pero que sirva para reírnos igual que con el humorista y actor inglés. Gracia tiene poca, pero al igual que ese entrañable personaje, Zapatero podrá mostrar su naturaleza torpe para hacer lo que se debe. Intentaría engañarnos con su mismo aspecto inocente, pero su egocentrismo le delataría. Creería que está presentando un programa informativo de la prestigiosa BBC inglesa y lo que parecería es la Hora Chanante de Joaquín Reyes. El mejor de todos los columnistas eternos, el gran José Luis Alvite, dijo que la televisión era una cosa que mejoraba con los apagones. Los mejores lo son porque ven cosas que nadie más ve, como los programas de Canal Red.