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Paseo por Filipinas

«La independencia filipina se hizo en español, desde cercanos a Rizal como Marcelo del Pilar, hasta Emilio Aguinaldo»

Paseo por Filipinas

Una plaza de Filipinas en 1901. | Wikimedia

Alguien me preguntó (acaso sabiendo que tuve un tío-abuelo que vivió y murió en Filipinas) si verdaderamente la larga colonización española del enorme archipiélago –más de 7.000 islas– fue completa. ¿El ímpetu del Imperio Hispánico no llegó cansado a Asia y a lo que serían las Indias Orientales españolas? No sé cuál será la palabra exacta, pues aún hoy los españoles sabemos más de la América hispana que de Filipinas.

Un breve recorrido: Las Filipinas fueron descubiertas (para Europa) en 1521 por Fernando de Magallanes, un portugués que trabajaba para la corona española, y las denominó Islas del Poniente. Pero la labor de España empieza realmente en 1564, cuando Miguel López de Legazpi funda el primer asentamiento español en las islas. En 1571 crea Manila, que sería la gran ciudad del Imperio Español en Asia. Entonces denomina Filipinas a las islas en honor de Felipe II, aún Príncipe de Asturias. Filipinas, administrativamente –y hasta la independencia de México– dependía del virreinato de la Nueva España, con un nexo muy importante –por todo lo que se transportaba de productos asiáticos y chinos–: el llamado «Galeón de Manila», que navegaba desde la capital filipina hasta el puerto de Acapulco bianualmente.

Es muy probable que España no llegara nunca a todas las islas, hoy tan turísticamente deseadas, pero sí llegó a los puntos principales. En Filipinas se hablaban (y hablan) muchas lenguas aborígenes, la principal de las cuales es el tagalo –lleno de hispanismos– seguida del cebuano. Los frailes que hicieron de Filipinas el gran país católico de Asia –aunque crecen los musulmanes– predicaban en las lenguas nativas y llegaron a hacer una gramática del tagalo. Así, al no imponerse el español a la fuerza, este se fue expandiendo lentamente a partir de la administración y las clases superiores. Según notables académicos de las Filipinas actuales, en su momento de máximo apogeo, desde mediados del XIX a mediados del XX, el español pudo ser hablado por un 60% de la población del archipiélago, siendo evidentemente la lengua culta. En 1593 se instala la primera imprenta en Filipinas y en 1595 se abre el Colegio de San Ildefonso, poco después (en 1611) los dominicos crean la Universidad de Manila, la primera que existió en Asia

¿El Imperio Hispánico en oriente llegó a abarcar más que las Filipinas? Nuestros compatriotas de hoy apenas saben que España poseyó en el Pacífico las islas de Guam –llamada también Guaján– y los archipiélagos de las Marianas, las Palaos y las Carolinas, nombres muy obviamente españoles. Las entonces llamadas «Carolinas del Sur» son actualmente las Islas Marshall y Gilbert. No era poco, y tal vez se cuidó menos, como salvadas las distancias, no se cuidó lo conveniente Guinea Ecuatorial. No se dice por decir que era un Imperio inmenso, el primer gran imperio que pudo llamarse «universal» en la historia.

Los primeros conatos de independencia en Filipinas datan de 1876, cuando las islas se gobernaban ya desde Madrid, a través de lo que se llamó Capitanía General de Filipinas y la consiguiente provincia después. El líder de la independencia filipina fue el oftalmólogo y escritor José Rizal (1861-1896), aunque en su Liga filipina –fundada en 1892– nunca pidió independencia, sino mejoras en las islas y autonomía. Fue fusilado por rebelde en Manila, en un claro error del gobierno español, puesto que a partir de entonces surge la Revolución filipina. La obra literaria y política de Rizal está escrita en español, como las novelas Noli me tangere de 1887 o Los filibusteros de 1891. Se recuerda su poema Mi último adiós, escrito poco antes de morir. Curiosamente, uno de los fundadores de los estudios sobre Filipinas, Wenceslao E. Retana firmó en Madrid, en 1907, una de las mejores biografías del personaje, Vida y escritos del Dr. José Rizal. Además, el libro lleva un epílogo de Unamuno.

Toda la independencia filipina se hizo en español, desde cercanos a Rizal como Marcelo del Pilar, hasta Emilio Aguinaldo que sería el primer presidente de Filipinas. EEUU (enemigo brutal de todo lo hispánico) manteniendo con España la guerra de Cuba, se unió a los rebeldes filipinos, para derrotar en 1898 a una España en absoluta decadencia. EEUU engañó a cubanos y filipinos, porque pasó a ser una nueva potencia colonial. Tras sonadas derrotas, España firma en diciembre de 1898 el tratado de París, por el que cede a EEUU Filipinas y la isla de Guam. El resto del Imperio español del Pacífico se vende en 1899 al efímero imperio alemán (sólo duró hasta 1918) es decir, las Marianas, Palaos y las Carolinas. Pero hay una breve guerra gringo-filipina, cuando los asiáticos se dan cuenta que sólo han cambiado de manos. Filipinas sólo volverá a ser independiente de los terribles USA en 1946, tras la invasión japonesa durante la Segunda Guerra Mundial.

Curiosamente –lo adelanté– ese tiempo de revueltas, dominación yanqui y guerras es (no deja de ser curioso) la edad de oro del español en Filipinas, aunque la enseñanza obligada del inglés avanza. El tagalo, el español y el inglés serán lenguas oficiales de Filipinas hasta 1973, en que se ignora al español. En 1987 el español (no oficial) vuelve a la Universidad y en 2009, con la presidenta Gloria Macapagal, se vuelven a introducir el español en los estudios. En su momento más bajo y pese a tantas huellas hispanas, poco más que el 4% de la población hablaba español. Esa cifra va en aumento, pero tengamos presente la sombra oscura de EEUU, tenaz enemigo nuestro. Poco después de 1898, la tosca y salvaje propaganda yanqui declaraba que Cuba, Puerto Rico y Filipinas eran países «no civilizados». ¿Pero qué dejaron ellos en el archipiélago? ¿Se puede ser pro-gringo en España? Supongo que no. Yo desde luego no lo soy.  

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