Pastas Gallo abandona Cataluña y traslada su sede social a Córdoba
Pastas Gallo ha sido la última en sumarse a la huída empresarial masiva de Cataluña, y trasladará su sede social desde Granollers, Barcelona, a El Carpio, Córdoba, localidad donde se ubica una de sus principales fábricas, especializada en pasta seca. La compañía ha tomado esta decisión ante la situación política y como reacción a una eventual declaración unilateral de independencia. Este mismo lunes, otra compañía de renombre, Codorníu Raventós, ha decidido trasladar su sede social de la localidad barcelonesa de Sant Sadurní d’Anoia a Haro, en La Rioja.
Pastas Gallo ha sido la última en sumarse a la huída empresarial masiva de Cataluña, y trasladará su sede social desde Granollers, Barcelona, a El Carpio, Córdoba, localidad donde se ubica una de sus principales fábricas, especializada en pasta seca. La compañía ha tomado esta decisión ante la situación política y como reacción a una eventual declaración unilateral de independencia. Este mismo lunes, otra compañía de renombre, Codorníu Raventós, ha decidido trasladar su sede social de la localidad barcelonesa de Sant Sadurní d’Anoia a Haro, en La Rioja.
La histórica fabricante de pasta también cuenta con plantas en Granollers y Esparreguera, Barcelona, la segunda de ellas centrada en la producción de multicereales sin gluten.
La compañía ha justificado el traslado de su sede porque «necesitamos operar en un ambiente de estabilidad» y «de cara a garantizar la seguridad jurídica y los intereses de nuestros consumidores, clientes, empleados y accionistas», informa Efe.
Grupo Gallo fue fundado en 1946 en Rubí, Barcelona, y es propiedad de la familia Espona. Gallo se ha dedicado tradicionalmente a la producción de pasta, aunque en el inicio de este siglo empezó a fabricar también platos frescos precocinados.