Persisten las críticas a la minería en la Amazonía pese al 'paso atrás' de Temer
Las organizaciones ecologistas mantienen sus duras críticas al polémico decreto del Gobierno brasileño que permite la minería en una gigantesca reserva en la Amazonía pese a que el presidente Michel Temer publicó una nueva medida para supuestamente ofrecer garantías ambientales.
Las organizaciones ecologistas mantienen sus duras críticas al polémico decreto del Gobierno brasileño que permite la minería en una gigantesca reserva en la Amazonía pese a que el presidente Michel Temer publicó una nueva medida para supuestamente ofrecer garantías ambientales.
«Nada cambia. El nuevo decreto tan sólo citas medidas de protección ambiental que ya eran obligaciones del Gobierno», dijo a Efe el director de Campañas de Greenpeace en Brasil, Nilo D’Avila.
El decreto publicado la semana pasada extingue la Reserva Nacional do Cobre e Associados (Renca), un área amazónica de más de 47.000 kilómetros cuadrados -una superficie mayor que Dinamarca-, para permitir que empresas privadas puedan explotar minerales en el área, algo que reservado hasta ahora sólo al Estado.
La decisión generó una gran polémica; fue criticada por organizaciones no gubernamentales como WWF y Greenpeace, y provocó una campaña en las redes sociales, secundada por varias celebridades, para exigir al Gobierno un paso atrás.
En sólo tres días de campaña, la organización de defensa de la Amazonía Avaaz reunió casi 600.000 firmas en una petición ciudadana dirigida al Gobierno para que «Impida que la Amazonía se convierta en un desierto».
El principal temor de los ecologistas se debe al grave impacto social y ambiental en un área que también abarca tres unidades de conservación, tres reservas ambientales y dos reservas indígenas.
Las reservas indígenas y ambientales equivalen a cerca del 69 % del área total de la Renca, creada en 1984, durante la dictadura militar, para proteger yacimientos de oro, cobre y otros minerales en un área en los estados amazónicos de Amapá y Pará.
«El objetivo de la Renca era garantizar la soberanía nacional pero en la época de su creación no había ninguna reserva en su interior y hoy casi toda el área está preservada. Es imposible impedir que un proyecto minero amenace áreas vecinas protegidas», ha señalado el senador Randolfo Rodrigues, legislador de Amapá y uno de los principales críticos del proyecto.
Las críticas obligaron al Gobierno a revocar el decreto original y a publicar uno nuevo este martes en el que matiza que las actividades minerales estarán estrictamente prohibidas «en las áreas de la extinta Renca que estén superpuestas con unidades de conservación de la naturaleza o con tierras indígenas».
Según el ministro de Medio Ambiente, José Serney Filho, el nuevo decreto deja claros los límites de las actividades mineras y ofrece garantías para preservar las reservas existentes.
«Hubo una señalización de que estábamos abandonando la Amazonía y dándola al sector mineral y eso no es cierto. El nuevo decreto deja bien nítido que la medida no reduce las reglas ambientales«, ha dicho.