La proporción de bosques en España ha aumentado del 28% en 1990 al 37% en 2018
Los bosques en Brasil o en el Congo reciben mucha atención por parte los activistas medioambientales, y es fácil saber por qué.
Los bosques en Brasil o en el Congo reciben mucha atención por parte los activistas medioambientales, y es fácil saber por qué. Sudamérica y el África subsahariana están experimentando una deforestación a enorme escala. Cada año se pierden casi 5 millones de hectáreas por este motivo. Pero los bosques también están cambiando en los países occidentales desarrollados como España y Grecia. En estos están creciendo más, tanto porque ocupan más tierra y porque los árboles en ellos son más grandes, según The Economist.
Los bosques se están extendiendo en casi todos los países occidentales con un importante y más rápido crecimiento en lugares que históricamente tenían muy pocos árboles. En 1990, el 28% del territorio español tenía bosques; ahora la proporción es del 37%. Tanto en Grecia como en Italia, el crecimiento fue del 26% al 32% durante el mismo período.
Los bosques están tomando gradualmente más tierra en América del Norte y Australia, añade The Economist. Quizás lo más sorprendente es la tendencia en Irlanda. Aproximadamente el 1% de ese país tenía bosques en 1922. Ahora cubren el 11% de la tierra, y el Gobierno quiere aumentar la proporción al 18% para 2040.
Dos cosas promueven este crecimiento. Por una parte, el abandono de las tierras de cultivo, especialmente en lugares altos. De modo que cuando los agricultores deciden dejar esos terrenos los árboles «se mudan» al lugar. La segunda razón del aumento de los bosques son las políticas y los subsidios de los gobiernos. Estos están incentivando la protección de los bosques y el crecimiento de árboles por razones que van desde la necesidad de construir buques de guerra de madera, hasta aumentar el desarrollo de viviendas en sitios suburbanos. A esto se le añade que los bosques son sumideros de carbono, lo que ayuda a luchar contra el Cambio Climático. Así que, aunque las justificaciones cambian para cada gobierno, el deseo de tener más árboles coincide.