Rato recurrirá su condena por las 'tarjetas black' ante el Constitucional
El expresidente de Caja Madrid y Bankia Rodrigo Rato ha decidido recurrir ante el Tribunal Constitucional su condena, dictada en firme, a cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida en el caso de las tarjetas «black» de la entidad, han informado a Efe fuentes jurídicas. El exvicepresidente del Gobierno, que tiene de plazo hasta el próximo 25 de octubre para comenzar a cumplir de forma voluntaria con la pena impuesta por la Audiencia Nacional y ratificada este mes por el Tribunal Supremo, alegará la vulneración de sus derechos fundamentales antes de que expire el plazo, a finales del próximo mes de noviembre. En caso de que los magistrados admitieran a trámite su petición, las mismas fuentes aseguran que Rato podría ser excarcelado hasta que hubiera una resolución final, al tratarse de una condena inferior a los cinco años de prisión.
El expresidente de Caja Madrid y Bankia Rodrigo Rato ha decidido recurrir ante el Tribunal Constitucional su condena, dictada en firme, a cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida en el caso de las ‘tarjetas black’ de las entidades, han informado a Efe fuentes jurídicas. El exvicepresidente del Gobierno, que tiene de plazo hasta el próximo 25 de octubre para comenzar a cumplir de forma voluntaria con la pena impuesta por la Audiencia Nacional y ratificada este mes por el Tribunal Supremo, alegará la vulneración de sus derechos fundamentales antes de que expire el plazo, a finales del próximo mes de noviembre. En caso de que los magistrados admitieran a trámite su petición, las mismas fuentes aseguran que Rato podría ser excarcelado hasta que hubiera una resolución final, al tratarse de una condena inferior a los cinco años de prisión.
Según el Supremo, Rato, que desembolsó 99.000 euros con su tarjeta, «mantuvo y amplió un sistema pervertido desde su origen», facultando a los titulares a utilizarlas en su beneficio sin necesidad de justificar que se habían empleado en gastos indemnizables, hecho que en aquella época estaba «fuera de la ley». Tanto él como el resto de los condenados actuaron como si fueran «dueños del dinero», invirtiendo los importes que consideraron oportunos en desembolsos que ellos mismos decidieron. No obstante, dadas sus responsabilidades, experiencia y preparación para el cargo, señalaba directamente al ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) por mantener el sistema y usarlo tanto a su favor como, ya en la Bankia primigenia, en el de sus más estrechos colaboradores.
En su recurso al Tribunal Supremo, que posteriormente fue desestimado por la sala de lo Penal, el exministro solicitaba que se revocase la condena dictada en febrero del pasado año por estar basada en pruebas «contaminadas de ilicitud» que vulneraron su presunción de inocencia. Para su defensa, se trataba de un relato falto de coherencia fundamentado en la principal prueba probatoria, las hojas de cálculo excel aportadas por el actual equipo de la entidad y cuya validez procesal cuestionó al igual que hiciera durante el juicio. «La intensidad de la oscuridad es palmaria», afirmaba entonces antes de señalar que no solo devolvió el dinero del que dispuso, sino que además las hojas revelaban datos íntimos que fueron tratados y extraídos antes de la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción.