Los reguladores británicos han aprobado la vacuna contra la COVID-19 desarrollada por la empresa estadounidense Pfizer y su socio alemán BioNtech para su uso en el Reino Unido, donde estará disponible «la próxima semana», según ha informado un portavoz del Gobierno británico.
Por qué es importante: con el visto bueno de la Agencia Reguladora de Productos Sanitarios y Médicos (MHRA, en inglés), Reino Unido se convierte en el primer país del mundo en iniciar la vacunación de la población contra el coronavirus.
«El Gobierno ha aceptado hoy la recomendación de la MHRA de aprobar para su uso la vacuna contra la COVID-19[contexto id=»460724″] Pfizer/BioNTech. Esto sigue a meses de rigurosos ensayos clínicos y un exhaustivo análisis sobre los datos por parte de los expertos de la MHRA», señala un comunicado divulgado por el Ministerio de Sanidad. Los expertos del organismo regulador «han concluido que la vacuna cumple con los estrictos niveles de seguridad, calidad y efectividad».
Por su parte, el ministro británico de Sanidad, Matt Hancock, ha dicho en su cuenta de Twitter que «la ayuda está de camino» y ha añadido que la Sanidad británica (NHS, en inglés) está preparada para «empezar a vacunar a principios de la próxima semana».
«La autorización (…) en Reino Unido marca un momento histórico en la lucha contra la COVID-19», ha afirmado Albert Bourla, el presidente ejecutivo de Pfizer.
Falta que el llamado Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización (JCVI, en inglés) publique su recomendación sobre qué grupos serán los primeros en recibir la vacuna, pero se espera que sean los ancianos y el personal sanitario.
Reino Unido ha alcanzado un acuerdo con la farmacéutica Pfizer para la compra de 40 millones de dosis.
Esta autorización por parte de Reino Unido llega un día después de que las empresas solicitaran autorización para la comercialización de su vacuna en la Unión Europea, que ya ha comenzado ha evaluar la solicitud y prevé celebrar una reunión extraordinaria el 29 de diciembre para concluir la evaluación y autorizar o rechazar su uso.