Rusia hackea la empresa ucraniana del hijo de Biden, clave del impeachment
Las técnicas empleadas muestran un paralelismo con la injerencia rusa en las elecciones de 2016
Un equipo de hackers rusos ha atacado a la empresa de gas ucraniana para la que trabajaba el hijo de Joe Biden, aspirante demócrata a la presidencia y opositor de Trump, según ha informado una compañía de ciberseguridad.
La empresa en cuestión es clave en el impeachment, ya que las investigaciones se iniciaron a raiz de que Donald Trump[contexto id=»381723″] presionase a Ucrania para investigar a Biden y su hijo Hunter en un intento de perjudicarle de cara a las elecciones de este año. En este momento, Trump está a la espera de la decisión del Senado, de mayoría republicana. Tras una investigación parlamentaria, el pasado diciembre la Cámara de Representantes acusó a Trump de «abuso de poder» y «obstrucción de la labor del Congreso».
La víctima del hackeo es Burisma, una de las mayores productoras de gas natural en Ucrania y para la que Hunter trabajó entre 2014 y 2019.
«La campaña contra la compañía ucraniana de petróleo y gas fue lanzada por el Directorio Principal del Alto Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas», ha declarado en un informe de ocho páginas Area 1 Security, una firma de Silicon Valley especializada en seguridad informática. Según esa institución, los ataques contra Burisma comenzaron el pasado noviembre, poco después de que la oposición demócrata iniciara el proceso para abrir un juicio político contra el presidente de los Estados Unidos.
Presuntamente, los hackers intentaron robar información de Burisma usando diferentes técnicas, como la creación de webs falsas que se parecían a las páginas de inicio de sesión de las filiales de la empresa. Además, enviaron a los empleados de Burisma correos electrónicos con el aspecto de las comunicaciones internas de la empresa, según el informe.
Varios medios estadounidenses, incluido The New York Times, consideran que existe un paralelismo con la injerencia rusa en las elecciones de 2016: el ataque informático que el equipo de Hillary Clinton y el Comité Nacional Demócrata sufrieron durante la campaña presidencial. Entonces, la inteligencia estadounidense concluyó que el propio presidente de Rusia, Vladímir Putin, había ordenado influir en las elecciones estadounidenses mediante ciberataques porque sentía una «clara» preferencia por Trump. Tanto Moscú como el mandatario estadounidense siempre han rechazado esa hipótesis.