Sanidad prepara un documento con criterios comunes y cuatro niveles de alerta para evaluar la situación
El Ministerio de Sanidad ha diseñado un documento en el que propone indicadores básicos comunes para evaluar la situación de la pandemia de coronavirus[contexto id=»460724″] en los distintos territorios, así como actuaciones de respuesta conjuntas en función de distintos niveles de alerta que establece en la actualización del plan de respuesta temprana. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ha explicado en rueda de prensa que el documento irá asociado de infografías y gráficos que ayuden a las comunidades autónomas, pero que aún está por cerrar. Previsiblemente, será aprobado por el Consejo Interterritorial de Sanidad en los próximos días.
Lo más importante: el borrador expone indicadores básicos comunes en el Sistema Nacional de Salud que tienen por objetivo impedir que haya grandes diferencias entre los planes de cada región, evitando así que se pueda acusar al Ministerio de diferenciar sus criterios. El documento establece umbrales para determinar si el riesgo es bajo, medio, alto o extremo. Para determinar esto, se tendrán que cumplir varios requisitos, que consideran la positividad, la incidencia acumulada y el nivel de hospitalizaciones. Destacan las medidas que se tomarán en alerta máxima, que incluyen reducir el aforo en el transporte público al 30%.
El plan establece unos niveles de alerta para determinar «unas actuaciones mínimas, proporcionales» al nivel de riesgo de transmisión que garanticen una coordinación suficiente entre las comunidades autónomas. «Ningún indicador por sí sólo es capaz de dar una visión completa de la situación epidemiológica», según Sanidad, que considera fundamental contextualizar los indicadores en función del tamaño, territorio y las características de la población.
En su tabla de «Indicadores para la valoración del riesgo», Sanidad establece dos bloques para determinar la evaluación del nivel de transmisión y el nivel de utilización de servicios asistencial.
Nivel de transmisión (Bloque I) y de utilización de servicios asistenciales (Bloque II)
En el bloque relativo a la evaluación del nivel de transmisión, destacan indicadores como la incidencia acumulada (IA) de casos diagnosticados en 14 días por cada 100.000 habitantes. En este sentido, se considera nueva normalidad si estos se sitúan por debajo de los 20; de bajo riesgo si están entre 20 y 50; de riesgo medio si se sitúan entre 50 y 150; riesgo alto entre 150 y 250; y riesgo extremo si sobrepasan los 250. Actualmente, algunas comunidades autónomas se encuentran por debajo de los 100, pero la media de España está en 269 casos por cada 100.000 habitantes, con lo cual, de cumplirse los requisitos exigidos, estarían en riesgo extremo muchas comunidades autónomas, entre ellas la Comunidad de Madrid, Navarra, País Vasco o Castilla y León.
Asimismo, la exigencia de que la incidencia acumulada sea inferior a 250 choca con los indicadores que Sanidad proponía hace unas semanas, cuando consideraba razonable una incidencia por debajo de 500. Para los territorios pequeños, especialmente de menos de 5.000 habitantes, además de estos indicadores generales se tendrán en cuenta otros criterios.
Por otra parte, las cifras varían si se refieren a casos de más de 65 años, ya que se mantienen los indicadores de nueva normalidad y bajo riesgo, pero el riesgo medio se sitúa entre 50 y 100; el alto, entre 100 y 150; y el extremo es por encima de los 150.
En el caso de hospitalización por casos de COVID-19, el borrador establece la nueva normalidad por debajo del 2%; el bajo riesgo entre el 2 y el 5%; el riesgo medio entre el 5 y el 10%; el alto entre el 10 y el 20%; y el extremo por encima del 20%. En cuanto a las camas de UCI, la nueva normalidad se sitúa por debajo del 5% y el extremo cuando se supere el 25%. Actualmente, comunidades como Castilla y León o Aragón tienen una ocupación de camas UCI por pacientes de COVID-19 superior al 30%.
¿Cuándo se definirán los niveles de alerta?
El resultado de los indicadores posicionará al territorio en un nivel de riesgo que se corresponde con cuatro niveles de alerta, cada uno de los cuales tiene asociado una serie de medidas. La decisión sobre qué medidas y cuándo aplicarlas será tomada por las comunidades autónomas y se pondrá en conocimiento del Ministerio.
El nivel de alerta más bajo, el 1, requiere que al menos dos indicadores del bloque I (es decir, el correspondiente a nivel de transmisión) y uno del bloque II (servicios asistenciales) están en nivel bajo y el resto de indicadores en nueva normalidad. En este nivel se limitan las reuniones a 10 personas, una cifra que desciende hasta las 6 en el caso de la alerta 2 y 3, mientras que para los tres niveles se prohibirá fumar en la vía pública cuando no se pueda mantener la distancia de seguridad.
El borrador plantea aumentar la frecuencia de horarios para evitar aglomeraciones en el transporte público en los tres niveles y limitar el aforo al 60% en el nivel 2 y al 30% en el nivel 3. También establece que los parques y zonas de esparcimiento estarán abiertos con las medidas de prevención y protección individual adecuadas. Se prohibirá el consumo de alcohol.
En el otro extremo, el nivel de alerta 4 se alcanzará cuando al menos dos indicadores del bloque I y uno del bloque II están en nivel muy alto y el resto de indicadores en un nivel inferior. Así, por ejemplo, si una comunidad aúna una incidencia acumulada de 255 por cada 100.000 con otro indicador de transmisión (que no se ha especificado) en niveles muy altos, y tiene además una ocupación con pacientes de COVID-19 de camas convencionales por encima del 20%, estaría en nivel 4 de alerta. El nivel 4 contempla limitación de la movilidad de las personas, cierres perimetrales u otras restricciones del movimiento.
Las medidas serán revisadas de manera periódica y el Ministerio de Sanidad podrá proponer recomendaciones.