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Kraken, Cerberus, Triton, los falsos nombres de las variantes ómicron para crear miedo

Un profesor de biología evolutiva de Canadá se ha inventado estos nombres. Los expertos alertan de los riesgos de estas denominaciones «alarmistas»

Kraken, Cerberus, Triton, los falsos nombres de las variantes ómicron para crear miedo

Kraken es un gigante y agresivo pulpo de la mitología nórdica. | Unplash.

Centaurus, Triton, Typhon, Cerberus (perro de tres cabezas), Kraken… y así hasta casi una veintena de subvariantes de ómicron que han sido rebautizadas con nombres demasiado sonoros y tendenciosos que dirigen, sistemáticamente, al miedo y a la alarma. Y es que si bien para nombrar a las variantes de covid-19 se sigue el método Pango, que combina letras y números a medida que va evolucionando el virus, los creadores de Centaurus o perro de tres cabezas debieron de pensar que las combinaciones comenzaban a ser demasiado complicadas para memorizarlas y qué mejor forma de recordarlas que aludiendo a temibles y peligrosos animales mitológicos.

La polémica ha surgido con la última subvariante de ómicron, conocida como Kraken (un agresivo y gigante pulpo del folclore escandinavo). Según el método Pango, Kraken es oficialmente XBB.1.5, la última hija, nieta o bisnieta de ómicron y la más contagiosa. Sin embargo, ¿quién va a recordar a XBB.1.5? Probablemente nadie. Por ello es que el profesor de biología evolutiva en la Universidad de Guelph, Canadá, T.Ryan Gregory, decidió que XBB.1.5 iba a ser rebautizada como un esquivo calamar gigante.

Lo mismo hizo con todas las subvariantes de ómicron anteriores: BA.5.2 (Triton), BQ.1.1 (Cerberus), XBB (Gryphon)… y así hasta formar lo que él ha denominado ‘sopa de variantes’. Una idea que le surgió tras ver el éxito que tuvo el apodo que le creó un usuario de Twitter a la cepa BA.2.75 (Centaurus) este verano. Expertos y medios hicimos que el apodo cuajase y Gregory hizo trending topic las siguientes variantes.

¿Qué ha pasado con las letras griegas para denominar a las variantes de covid-19?

Los nombres de las variantes de coronavirus son extraños y complejos. Por ello es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió a mediados de 2021 asignar a los linajes Pango una letra del abecedario griego para, de esta forma, también evitar que la gente nombrase a estas variaciones del virus según el país o ciudad donde se originaron, lo cual lleva a tener una visión negativa de esos lugares, como ocurrió con la variante de Sudáfrica.

De esta forma, la cepa documentada por primera vez en el Reino Unido, B.1.1.7, pasó a ser conocida simplemente como Alfa, mientras que la variante que Abdool Karim bautizó en Sudáfrica se denominó Beta. Y así sucesivamente hasta llegar a ómicron, omitiendo algunas letras griegas que podrían ser confusas, como Nu, que suena como «nueva», y Xi, que es el apellido del presidente de China.

No obstante, ómicron llegó para cambiarlo todo, porque desde su aparición –notificada por primera vez el 24 noviembre de 2021–  la OMS, a cargo de asignar las letras griegas a las nuevas variantes significativas de covid-19, no ha asignado ninguna más, argumentando que las variantes en desarrollo no han evolucionado lo suficiente como para justificar un nuevo apodo. De esta forma, desde entonces, todas las cepas nuevas han sido subvariantes de ómicron a las que no se le ha bautizado con ninguna letra pero sí se le ha asignado un inmemorizable linaje Pango. Y aquí en este punto es cuando aparece Ryan Gregory y su sensacionalista sopa de variantes con perros policefáleos, pulpos gigantes y seres mitológicos feroces.

«Una subvariante denominada Osito Amoroso no crearía el mismo pánico»

La famosa ‘sopa de variantes’ no se ha escapado de las críticas de expertos y científicos que la tachan de «alarmista» y de generar una tendencia hacia la preocupación de forma innecesaria. Es la opinión de Rafael Toledo, catedrático en inmunoparisitología de la Universidad de Valencia, que señala a THE OBJECTIVE que estos nombres son la consecuencia de un entorno en el que predomina «cualquier visión pesimista».

«Estos nombres generan una tendencia hacia la preocupación y el miedo con una falsa idea de crear conciencia para que la gente se proteja. Sin embargo, el efecto que tiene es el contrario, porque se están preocupando innecesariamente», explica Toledo, que agrega que ese alarmismo en personas «profanas» hace más daño que beneficio. «En temas de salud es tan peligroso que la gente actúe de forma incauta como que se genere una alarma excesiva», defiende.

Además, el catedrático en inmunología también hace referencia al componente de marketing que tienen estos nombres. Y lo explica así: «Imaginemos que tengo un perro. Si quiero que de miedo le pondría nombres como Tyson, Sicario o algo así. En cambio, si no tengo esa intención, le pondría desde Toby, Sam o hasta Canelo. En el caso de las variantes, todavía no se ha propuesto ningún nombre como ‘osito amoroso’ o simplemente ‘nube’ ¿Por qué? Porque es obvio que una subvariante denominada ‘osito amoroso’ no crearía el mismo pánico que cualquiera de las nombrados anteriormente».

¿Es más peligrosa o contagiosa la denominada variante ‘kraken’?

El linaje XBB.1.5 está provocando una oleada de contagios en Estados Unidos. Si bien la OMS señala que puede contribuir al aumento de casos de covid-19 en las próximas semanas, el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) no cree que su impacto sea relevante en el próximo mes, al hallarse en niveles muy bajos.

No obstante, los expertos consultados coinciden en que siendo más contagiosa no es más peligrosa que las anteriores. Así lo explica el médico internista Miguel Marcos a THE OBJECTIVE, que señala que «aunque hay datos de laboratorio que sugieren que puede tener más escape inmune» hay que ver «el impacto real». «En el impacto se junta la transmisibilidad, el escape inmune, el momento del año (hay más contagios en invierno por pasar más tiempo en interiores) y la distancia de la vacunación», agrega.

En este sentido también se pronuncia Rafael Toledo, que asegura que «no existen datos que sugieran que puede ser más grave o preocupante». «Las dinámicas epidemiológicas de ingresos y fallecimientos se mantienen a pesar del incremento de esta variante, con lo cual, puede ser más contagiosa pero ningún dato indica que sea mas peligrosa ni que vaya a generar una patología más grave que las otras variantes ni que sea más letal. Tampoco que vaya a cambiar la dinámica de la pandemia», zanja el experto.

Ahora la gran pregunta es qué nombre darán a la nueva subvariante de ómicron CH.1.1 con mutación Delta detectada recientemente en India. ¿Terminator, Superkraken, Monstruo del Lago Ness…? Hagan sus apuestas.

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