PSOE y Más Madrid chocan para ver quién capitaliza la protesta de la sanidad pública
Las dos fuerzas de la izquierda no logran celebrar un acto conjunto y desatienden la petición de no llevar banderas partidistas en las marchas
PSOE y Más Madrid pugnan por capitalizar la protesta de la sanidad pública. Fuentes de ambos sectores y también de otros partidos de la izquierda madrileña revelan en conversación con THE OBJECTIVE que la huelga de médicos y las marchas de la sanidad se están convirtiendo en un argumento de bronca política en el mismo «espacio» político. El PSOE y Más Madrid compiten por el papel de fuerza hegemónica de izquierda en la Comunidad de Madrid. Ambas formaciones dan casi por segura la victoria de Isabel Díaz Ayuso, pero se enzarzan en una batalla política que convierte la protesta de los médicos en un epicentro de lucha partidista.
En las últimas semanas, los dos principales partidos de la izquierda madrileña plantearon, por ejemplo, celebrar un acto conjunto de apoyo al sector sanitario. Sin embargo, todavía no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo porque, según explican las fuentes consultadas, ninguno de los dos partidos (PSOE y Más Madrid) consideraba oportuno hacerlo. «Se están matando para liderar el mismo espacio», explican fuentes conocedoras de este choque.
Otro ejemplo que esgrimen las fuentes consultadas atañe a la celebración de la marcha del pasado domingo. El acuerdo tácito entre los organizadores y los militantes de los diferentes partidos era no llevar banderas ni pancartas de cada formación. La intención era demostrar que la protesta era transversal, liderada por profesionales y ciudadanos, y no una «huelga política», tal y como la califica la presidenta de la Comunidad y el PP. Sin embargo, las dos formaciones acabaron llevando sus insignias para intentar capitalizar la protesta de cara a las elecciones autonómicas y municipales de mayo.
García y los médicos
Mónica García, la portavoz y candidata de Más Madrid para la Comunidad de Madrid, es médica y ya participó en las anteriores mareas blancas. García hace de su profesión un argumento de campaña electoral, y en calidad de médico, reivindica su cercanía a los profesionales de la sanidad y al movimiento de protesta.
El PSOE, sin embargo, intenta revertir esta asociación, para empujar a su candidato, Juan Lobato, a recuperar la plaza de primera fuerza de la oposición al PP. Tanto en el PSOE como en otras formaciones de la izquierda consideran que el vínculo de García con el sector médico es exagerado, ya que lleva años sin ejercer. Además, sostienen que Más Madrid no actúa como bloque compacto, sino que en el ámbito de la comunicación se solapan los equipos, con los de Rita Maestre no siempre alineados con los de García.
El pasado domingo la marcha en defensa de la sanidad pública reunió en la capital a miles y miles de asistentes. Los organizadores hablaron de un millón de manifestantes, aunque las autoridades públicas redujeron esa cifra a 200.000 personas. «Los números dan igual, porque lo que salió en la calle fue la izquierda, y allí se está debatiendo entre Más Madrid y el PSOE quién se lleva el gato al agua», comentan otros sectores de la izquierda madrileña.
Algunos sostienen que el PSOE rentabilizará electoralmente la protesta, mientras que otros apuntan a que García y Más Madrid consolidan su ventaja de 2019. Otra cuestión atañe al efecto de estas marchas para la presidenta Ayuso. También en este punto hay opiniones discordantes. «Mónica García no va a ganar las elecciones, otra cosa es que baje Ayuso», comentan desde Izquierda Unida, donde admiten su escepticismo sobre una caída repentina de los apoyos a la presidenta.
La sanidad en las encuestas
Madrid, recuerdan, no será el único epicentro de las huelgas de los médicos. El pasado miércoles, por ejemplo, salieron a la calle los profesionales de la sanidad en Navarra y Valencia, y se esperan protestas también en Castilla-La Mancha, donde gobiernan los socialistas. De ahí que, en definitiva, el PSOE pueda encontrarse en la situación contradictoria de fomentar las protestas en Madrid e intentar frenarlas en otras regiones bajo su control.
Mientras tanto, la Moncloa se ha sumado a esta ola y pretende convertir la defensa de la sanidad pública en uno de sus principales caballos de batalla electoral para el 28 de mayo. Todo ello para intentar desviar los focos de polémicas como la ley del solo sí es sí, y también de una situación económica que sigue azuzando a la población, aunque desde el ministerio de Nadia Calviño luchan con todas sus fuerzas para enviar mensajes de sosiego y tranquilidad a los votantes.
Según el último barómetro del CIS, la economía y el coronavirus lideran las principales preocupaciones de los españoles. El 16% de los encuestados señala la covid-19 todavía como «principal problema que existe actualmente en España». El 13,4% se decanta por el paro, y el 10,4% por la situación económica. Tan solo el 3,9% de los encuestados afirma que lo que más le preocupa es la sanidad. No obstante, cruzando esta con otras preguntas se puede concluir que para casi dos de cada diez votantes la sanidad sigue siendo una cuestión que genera problemas. Pero siempre por debajo de la covid y la economía.
De ahí que la protesta sanitaria en Madrid amenace con convertirse más en una cuestión de lucha interna en la izquierda que en una ola expansiva capaz de frenar los apoyos al Partido Popular, siempre y cuando las formaciones de este espacio político no acuerden una línea conjunta. Algo que, sin embargo, de momento está lejos de conseguirse.