Javier Carpintero (Theramex): «La mejor medicina para la mujer es la igualdad»

Javier Carpintero lidera Theramex España, una compañía farmacéutica líder mundial en salud de la mujer, desde hace tres años. Con una trayectoria de más de 25 años en puestos directivos a nivel global en la industria farmacéutica, Javier aporta su vasta experiencia en el lanzamiento de productos innovadores en diversas áreas terapéuticas dentro de empresas farmacéuticas de distinto nivel. 

Durante su carrera, ha trabajado en compañías como MSD, Servier y Advanz Pharma, desempeñando roles que abarcan desde marketing y ventas hasta la dirección general. Ahora, es director general de España, Italia y Portugal de Theramex, y atiende a THE OBJECTIVE para abordar temas como la innovación, la paridad, y temas tabú de la salud de las mujeres, como la menopausia.

Theramex es una empresa farmacéutica líder mundial dedicada a las mujeres y su salud. ¿Por qué considera que es importante que haya empresas enfocadas de forma concreta en la salud de las mujeres?

Histórica y socialmente, la mujer ha creído que el sufrimiento va ligado a su propio género y Theramex, como compañía líder en salud de la mujer, está firmemente comprometido en romper esos mitos y estereotipos que marcan su día a día, a través de la concienciación, la información transparente y facilitándoles los tratamientos adecuados para mejorar su calidad de vida. 

Creemos firmemente en que la mujer debe tener una participación decisoria en su propio tratamiento, estando cada vez más empoderadas en lo que a sus opciones de atención médica se refiere. Tratamos de impulsar ese empoderamiento, para que puedan tomar decisiones conscientes e informadas en cada etapa de sus vidas, apoyándose siempre en los profesionales sanitarios que se ocupan de su salud, a quiénes deben demandar ayuda cuando la necesiten. 

Todos debemos acompañarlas como sociedad, como profesionales de la salud y como industria, proporcionándoles formación, información y apoyo, cubriendo todas las esferas en las que se ven afectadas. En definitiva, ofrecerles vivir una vida mejor, más productiva y saludable.

¿Qué áreas priorizan en su compañía a la hora de investigar y crear nuevos fármacos?

Nuestro negocio se basa en cuatro pilares, todos en torno a la salud de la mujer: menopausia, osteoporosis, anticoncepción y fertilidad, que se incrementarán en el corto plazo hacia otros temas que preocupan a la mujer como incontinencia urinaria o la endometriosis. 

Es en estos cuatro pilares de sus vidas donde les brindamos apoyo, a través de soluciones farmacológicas, pero también a través de proyectos e iniciativas que luchan por la visibilización de afecciones y patologías que les afectan. 

Tratamos de construir una nueva realidad para ellas, a través de iniciativas que nos ayuden a derribar tabúes y mitos alrededor de la salud de la mujer, porque la prevalencia y el impacto en la calidad de vida de muchas enfermedades es mayor en las mujeres, sobre todo en la edad madura, y nosotros tenemos que pelear por visibilizar también esto. 

Apenas un tercio de los participantes en ensayos clínicos actualmente son mujeres. ¿Por qué cree que se hacen en su mayoría con perspectiva masculina?

Históricamente, los ensayos clínicos han sido realizados con perspectiva masculina, principalmente por la creencia errónea de que las mujeres en edad fértil podían estar embarazadas o experimentar cambios hormonales que podían interferir de manera acusada en los resultados de estos propios ensayos. 

Pero, ¿es que no es importante contar precisamente con estos condicionantes para conocer mejor la variación de respuesta al tratamiento? Erróneamente hemos tomado los resultados obtenidos en estudios clínicos con una mayoría masculina como extrapolables y aplicables a las mujeres, a pesar de saber que los fármacos se absorben, metabolizan y responden de diferente forma en el organismo. 

Para Theramex es importante tomar la consideración de género en los estudios, porque queremos conocer esa variación que puede darse en función del estadio del ciclo menstrual, si es antes o después de la menopausia, si las terapias hormonales para la menopausia pueden afectar a la respuesta, o si los fármacos pueden afectar a su fertilidad. 

Además, la investigación se ha ocupado siempre del tratamiento de sintomatologías agudas, dejando de lado patologías crónicas, que casualmente son las que tienen una mayor prevalencia en mujeres. La desigualdad en el número de hombres y mujeres que participan en un ensayo es solamente admisible cuando uno de los dos géneros presenta una mayor morbi-mortalidad. 

La industria farmacéutica tiene que seguir empujando la inclusión de ambos géneros en los ensayos clínicos, para garantizar resultados más seguros y precisos para ambos. Por su lado, la investigación clínica tiene que centrarse en esa disparidad de género y luchar por la inclusión de mujeres, para tener una muestra más fidedigna de la población general en sus ensayos. 

Tenemos que brindar apoyo a las mujeres, debemos pelear por la visibilidad de afecciones y patologías que les afectan de forma especialmente agresiva a ellas, persiguiendo la igualdad de su atención y tratamientos, la ruptura con el género y la conexión con lo realmente importante: ofrecer soluciones que les ayuden a atender sus necesidades. 

¿Qué porcentaje de la plantilla de Theramex está compuesto por mujeres? ¿Es importante que en una compañía como la suya haya paridad?

En las empresas de éxito es habitual encontrar un modelo donde hay mujeres en el comité de dirección. Es un proceso natural en el que sabemos que necesitamos de esta diversidad para seguir avanzando. Contar con distintas formas de liderar, de trabajar, de interactuar y gestionar las relaciones interpersonales, que generalmente se abordan de forma distinta entre hombres y mujeres, hacen que la presencia de ellas en los comités de dirección aporte una visión diferente. 

Está demostrado que las empresas con una mayor paridad tienen mejores resultados. Esto no solo afecta a la mujer, sino también a la diversidad. 

Su liderazgo tiene la capacidad de transformar y ejercer una influencia positiva y diferenciadora en la compañía. En el caso concreto de Theramex, un 50% de nuestro board lo es, y un 65% de nuestra plantilla son mujeres. 

Creo que en los comités de dirección de la industria farmacéutica hay cada vez más paridad, y somos un sector que está liderando este cambio, de la mano de entidades como Mujeres en Farma, con la que colaboramos activamente, y que se centra en dar visibilidad a la industria como un sector referente en equidad e inclusión, fomentando el talento femenino en posiciones ejecutivas, como una palanca de innovación y crecimiento.  

Habitualmente, las mujeres dirigen más departamentos de soporte que los vinculados directamente con el negocio, y ahí es donde debemos empezar a ejercer el cambio. Yo, como director general de Theramex en España, Italia y Portugal, trabajo incansablemente por trabajar esa igualdad también desde los puestos intermedios (un 75% de las posiciones de gerencia de ventas, están lideradas por mujeres en Theramex), porque creo firmemente en que es el único camino para que se produzca el movimiento natural de incorporación de la mujer a los comités de dirección.

Muchos de los productos de Theramex están centrados en la osteoporosis. ¿Cree que es una enfermedad que no cuenta con la visibilidad suficiente? ¿Qué haría para cambiarlo?

Efectivamente, la osteoporosis es la denominada «epidemia silente», que a día de hoy afecta a 3,5 millones de personas en España, y el desconocimiento sobre la misma, juega directamente en contra de quién la sufre. 

Se trata de un problema de salud muy significativo, con un alto impacto en personas mayores, y con una prevalencia mayor en las mujeres, entre el 25-30% en las mayores de 50 años. El 61% de las fracturas osteoporóticas se dan en este género, y estas tienen un impacto muy importante en su calidad de vida, ya que en muchos casos inhabilita la movilidad y aumenta la independencia de quienes la sufren. 

Esta alta incidencia en mujeres se da precisamente, por la relación de esta enfermedad con la menopausia. La bajada de estrógenos durante esta etapa afecta directamente al mantenimiento de la densidad ósea. 

Es muy habitual que quiénes la padecen, no son conscientes de que la tienen, hasta que un movimiento normal les provoca una fractura. De aquí la importancia de la prevención, frente al tratamiento: debemos identificar síntomas que nos lleven a tratar la osteoporosis antes de sufrir la tan temida fractura. 

Hoy disponemos de una gran variedad de fármacos eficaces y seguros que nos permiten combinarlos o sustituirlos de manera secuencial, de modo que los pacientes dispongan siempre de una buena alternativa terapéutica. En Theramex estamos orgullosos de contribuir con un porfolio amplio de productos indicados para el tratamiento de la osteoporosis a lo largo de las distintas etapas de la enfermedad, que se trata, pero no se cura. 

¿Qué hay de la menopausia? ¿Continúa siendo un tema tabú? ¿Por qué no se habla más de ella, si afecta a todas las mujeres cuando alcanzan la madurez? 

Actualmente, la menopausia es una etapa que todas las mujeres conocen, pero sigue existiendo un fuerte secretismo y tabú a la hora de hablar de ella. Muchas mujeres, piensan que es un proceso natural que no precisa de atención especial y que simplemente hay que pasarlo como ‘algo natural’, porque la falta de estrógenos que el organismo femenino sufre durante ese período no tiene consecuencias graves.

Los síntomas de la menopausia han afectado de forma grave a la calidad de vida del 20-25% de las mujeres en esta etapa. Y no solo hablamos de síntomas a corto plazo, con duración determinada en el tiempo, como los sofocos o los cambios de humor y del sueño, sino de los que afectan a largo plazo, como afecciones urogenitales, la osteoporosis, el deterioro cognitivo o enfermedades cardiovasculares, que afectan de forma notable a la calidad de sus vidas. Por ejemplo, desgraciadamente detrás de este tema tabú, tenemos a un 10% más de mujeres que hombres con afecciones cardiacas graves, directamente relacionado con los cambios hormonales que sufren en esta etapa de su vida, que suponen un riesgo muy elevado para su salud.  

Tenemos que romper con esas barreras y esos estereotipos que marcan su día a día a través de la concienciación, la información y empoderándolas para que tomen decisiones informadas sobre sus propios tratamientos. Que además en este caso es muy relevante, ya que tan solo un 39% de las mujeres conoce la existencia de tratamientos específicos para la menopausia. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) alrededor de un 20% de estas mujeres necesita tratamiento para estos síntomas, pero solo el 1% de ellas lo recibe.

El uso de la Terapia Hormonal para la Menopausia (THM) disminuyó de forma trascendente a partir de la publicación de los resultados de los estudios Women’s Health Initiative (2002) y el Million Women Study (2003), que generaron una ola de hormonofobia, que ha causado que 1.6 millones de mujeres sufran una mala calidad de vida debido a los síntomas que padecen. 

Ambos estudios, de los cuales sus propios autores tuvieron que retractarse posteriormente, no solo provocaron un parón drástico en la recomendación de terapias hormonales por parte de la sociedad médica, sino una desatención absoluta a la menopausia en las universidades, lo que ha hecho que las nuevas generaciones de médicos casi ni conozcan nada de esta patología. 

Por lo que sí, estoy completamente de acuerdo en que existe cierto «oscurantismo», secretismo o tabú al hablar de menopausia, y es absolutamente necesario acabar con ello, para que las mujeres puedan hablar abiertamente de como pasan y procesan esta etapa de sus vidas. Nuestro objetivo es llegar a todas esas mujeres, a través de los profesionales de la salud que las atienden (ginecólogos, médicos de atención primaria…), para ofrecerles soluciones adaptadas a sus necesidades, ya sean hormonales o complementos alimenticios, y para que sepan que no tienen que sufrir una mala calidad de vida, y que la menopausia no deber ser un tabú en su entorno ni en la sociedad.

¿Qué proyectos pone en marcha Theramex para acompañar a la mujer su Salud?

Theramex quiere ser un socio preferente para los profesionales de la salud y las sociedades clínicas y de pacientes, embarcándonos en proyectos de mayor valor más allá de la evidencia científica.

En concreto, con la menopausia, tratamos de visibilizar la patología, ofrecer soluciones adaptadas a todas las necesidades que las mujeres puedan tener, y lo hacemos a través de nuestros fármacos, pero también a través de iniciativas que nos ayuden a derribar tabúes y mitos alrededor de ella. 

A finales de 2022 pusimos en marcha un proyecto pionero en el mundo: la Cátedra de Menopausia, en colaboración con HM Hospitales y el Instituto Palacios, con el claro objetivo de profundizar en la formación, la investigación y divulgación de la menopausia. 

Esta Cátedra tendrá una duración de tres años y pretende articular un tratamiento integral y funcional de todos los procesos clínicos relacionados con la menopausia: desde el control por el ginecólogo, a la asistencia cardiológica, médico-estética o la salud mental. 

Este proyecto es el primero de muchos que tenemos en nuestros planes, porque para nosotros la visibilización de la menopausia es un proyecto a largo plazo sobre el que queremos construir: explorar vías de colaboración con entidades e instituciones médicas, seguir derribando barreras en torno a la salud de las mujeres, empoderar a la mujer para que tome decisiones conscientes e informadas sobre su salud… 

Afortunadamente y en línea con la menopausia, cada vez son más las instituciones de la salud que trabajan en esa línea. Un ejemplo de ello es la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia, AEEM, que, junto a otras 21 sociedades médicas europeas, ha lanzado un consenso único en Europa, «Criterios de elegibilidad para la Terapia Hormonal de la Menopausia», que sirve como guía para los profesionales de la salud a la hora de recomendar y prescribir tratamientos de terapias hormonales sustitutivas, en una clara apuesta para la normalización del tratamiento de los síntomas de la menopausia, para recuperar la calidad de vida de las mujeres.

Para terminar, y desde una perspectiva de la industria farmacéutica enfocada en las mujeres, ¿cree que la lucha por la igualdad de las mujeres puede influir también en su salud, en cómo se trata mediática y científicamente? ¿Qué avances espera ver de aquí a final de la presente década?

Efectivamente, la lucha por esa igualdad afecta a la perspectiva de género en salud. Y por ello, debemos enfocar la salud de las mujeres, desde un prisma muy específico: debemos impulsar el diagnóstico precoz de enfermedades y patologías específicas de su género, apoyar el bienestar físico de las mujeres, visibilizar patologías específicas, como la menopausia, a través de stakeholders que nos ayuden como altavoz, buscar una visión holística de su salud, romper son los silos y trabajar los tratamientos secuenciales de la mano de los profesionales de la salud. 

Hay una frase que me gusta utilizar que resume bastante mi posición: «La mejor medicina para la mujer, por encima de cualquier tratamiento o fármaco, es la igualdad. La igualdad debería ser el principal medicamento que aplicáramos de forma masiva». 

Por eso creo que todos nosotros en cada una de nuestras realidades, las empresas y la industria farmacéutica más concretamente, estamos viviendo una oportunidad única para construir el cambio y ser parte activa de él.