La burocracia lastra la innovación en Sanidad y obliga a comprar la tecnología fuera
El sector importa el doble de lo que exporta debido a la «excesiva» burocracia que «entorpece» la actividad industrial
En el año 2022, el mercado de tecnología sanitaria en España alcanzó el valor de 10.150 millones de euros, representando un incremento del 7% respecto al 2021. La progresiva normalización de la actividad sanitaria en hospitales, así como las inversiones
en tecnología sanitaria realizadas a través de los fondos Next Generation han contribuido al crecimiento del sector. Sin embargo, las trabas administrativas condenan a un sector que ya importa el doble de lo que exporta debido a la «excesiva» burocracia que «entorpece» y «encarece» de manera «ineficiente» la actividad industrial en España.
Así lo denuncian distintos expertos del sector, que se han reunido esta semana en un acto para abordar los retos de esta industria que en 2020 —últimos datos disponibles— importó más masa tecnológica de la que exportó: 7.576 euros vs 3.549 euros. Esto es, España importa el doble de equipo sanitario de lo que exporta, por lo que la balanza comercial, en términos absolutos, se quedó en 2020 en los 4.027 millones en negativo, según el último informe de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
Un déficit estructural que muestra la alta dependencia de otros países y que plantea la necesidad de invertir esta tendencia a través del impulso a la producción en España. En cuanto a las dificultades para la exportación las empresas encuentran problemas en la homologación y registros (67%), precio (34%) y aranceles (24%).
Al respecto, Mercedes Suria, jefa de servicio de la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS), señala en el evento organizado por la empresa fabricante de equipos médicos Hersill y al que ha asistido THE OBJECTIVE, que es «fundamental que las empresas españolas diseñen y desarrollen su tecnología en España para dar una respuesta ágil en situaciones de crisis sanitaria». Además, Suria destaca que los nuevos procedimientos legislativos y las transposiciones para incorporar las normas de la UE están dando lugar a desabastecimientos de productos.
En este sentido, el ministerio de Sanidad, con su ministro en funciones, ha presentado este miércoles una consulta pública del Proyecto de Real Decreto por el que se regula la evaluación de las tecnologías sanitarias. Según explica el propio texto, el objetivo del nuevo decreto es «solucionar a la mayor brevedad el vacío en el que se encuentra el desarrollo normativo de la evaluación de tecnología sanitaria (ETS) en España».
Las empresas del sector crecen un 34%
El estudio de Fenin refleja que las empresas fabricantes de productos sanitarios y tecnología sanitaria ha aumentado un 34% desde 2012, sin embargo, el informe también muestra la fuerte dependencia del exterior como consecuencia de no poder desarrollar o implementar la tecnología en España. «La cantidad de legislación que confluye es muy grande y no se facilita herramientas desde la Administración. Eso crea un situación de inestabilidad muy grande», señala también el director del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), Cristóbal Belda.
Una opinión respaldada por la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel que ha hecho hincapié en la necesidad de «minimizar» la dependencia de España de países extranjeros. «Tenemos que ser menos dependientes de la UE y, en caso de emergencia, ser autosuficientes», explica la experta, que recuerda que «España dio el do de pecho en la pandemia con una industria flexible y cercana». Hersill, por ejemplo, fabricó en la primera ola del coronavirus, con ayuda del Estado y otras empresas, 5.100 respiradores en nueve semanas, además de 52.000 caudalímetros de oxígeno y miles de unidades de otros equipos para ampliar las camas hospitalarias.
El arsenal terapéutico que se fabrica en España es muy variado y diverso y va desde electromedicina, diagnóstico in vitro, salud digital, a los productos de un solo uso, dental, oftalmología, nefrología, ortopedia o implantes traumatológicos. En este sentido, cabe destacar la fabricación de los productos sanitarios de un solo uso (32%), diagnóstico in vitro (18%), electromedicina (18%), mobiliario/equipamiento médico (16%), dental (16%) y ortopedia y ayudas técnicas (13%).
Según el último informe publicado por el Ministerio de Sanidad, el número de equipos de alta tecnología en España se elevó a un total de 9.479 en 2021, un 24,7% más que el registro del final del ejercicio 2011, cuando se anotaron 7.597 equipos. Cataluña es la comunidad autónoma que mayor incremento ha registrado, con 486 equipos más, que se materializan en una subida del 47,9% respecto a 2011. Le siguen Andalucía, con 319 equipos más, y Castilla y León, con una diferencia positiva de 262 equipos. Por el contrario, en Castilla-La Mancha se han perdido 221 equipos de alta tecnología durante la última década. Las comunidades que restan equipos son Galicia (36), la Comunidad Valenciana (23), La Rioja (7) y Cantabria (1).