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Sanidad

El presidente de la patronal de la sanidad privada: «El fin de Muface ya se ha firmado»

Carlos Rus habla sobre los retos sanitarios y señala que a la mutualidad de los funcionarios se la «está dejando morir»

El presidente de la patronal de la sanidad privada: «El fin de Muface ya se ha firmado»

Carlos Rus, presidente de ASPE. | Cedida.

Carlos Rus acaba de ser reelegido presidente de la patronal privada (ASPE). Por «aclamación», el pasado 16 de noviembre, la Asamblea General de la Alianza de la Sanidad Privada Española decidió que Rus debía seguir al frente de este mandato otros cuatro años más.

Solo cuatro días después, el 20 de noviembre, Mónica Garcia fue nombrada ministra de Sanidad. El sector de la sanidad privada ya mostró su preocupación ante la posibilidad de que el Ministerio cayera en manos de Sumar. Y es que bien sabido es que el partido que encabeza Yolanda Díaz defiende una sanidad totalmente pública.

De esta forma, en un momento «crucial» en la historia de la sanidad privada y con un contexto político y social «especialmente complejo», Carlos Rus atiende a THE OBJECTIVE para abordar los principales problemas de la sanidad privada, el Sistema Nacional de Salud, así como la relación actual con el departamento de Mónica García.

PREGUNTA.- Su nombramiento llega al mismo tiempo que el de Mónica García como nueva ministra de Sanidad. ¿Qué relación hay con la actual ministra? 

RESPUESTA.- No hay relación. Hemos pedido una serie de reuniones y esperamos contestación en la próxima o próximas semanas. Hasta ahora estamos a la expectativa, pero les hemos querido dar tiempo.

P.- ¿Cuál va a ser la primera petición de ASPE al Ministerio? ¿Cuál es vuestra principal preocupación?

R.Nos preocupa el desarrollo de la Ley de Equidad, que establecía una absoluta excepcionalidad de colaboración público-privada. El Gobierno ha empezado ya a mantener reuniones con los principales afectados desde el punto de vista de la organización social y no se ha contado con la asamblea privada. Ha comenzado a levantar un muro entre el ámbito público y privado y queremos saber si se quiere amputar la posibilidad de que el ámbito público cuente con esa flexibilidad que le aporta el ámbito privado, porque yo creo que es un tremendo error. Sería muy complicado seguir participando.

«El Gobierno ya ha comenzado a levantar un muro entre el ámbito público y privado»

P.- ¿Qué tipo de sanidad tendríamos en España sin los hospitales privados?

R.- Tendríamos una sanidad absolutamente saturada. No se tiene en cuenta que la sanidad privada ya realiza el 48% de las intervenciones quirúrgicas y el 31% de las urgencias. Y luego tendríamos la triste falta de capacidad de elección por parte del ciudadano. Tenemos que recordar que la sanidad privada es fruto de la libertad de empresa y de la elección que hacen en España más de 12 millones de personas que deciden contratar un seguro, más aquellas que lo pagan de su bolsillo y aquellas que son derivados por el ámbito público. Podemos decir que uno de cada tres españoles acude a la sanidad privada sin ningún tipo de duda.

Entonces, sin esta capacidad de elección o estableciendo esta limitación, no porque no quiera el ciudadano, sino porque se nos quiera en cierta medida reducir o eliminar, sería una situación muy triste. El ámbito público y privado compiten desde el punto de vista de hacerlo bien y de mejorar, en cuanto a la aplicación de nuevas tecnologías y técnicas. La eliminación de una de las patas, sin duda, va a ir en detrimento de la otra. Lo mismo que cuando le va mal al sistema público, le va mal al sistema privado. Eso los estamos viviendo ahora con un sistema público saturado, como consecuencia la privada está viendo cómo va mermando su accesibilidad.

P.-En una entrevista reciente Mónica García decía que la sanidad privada no debería estar preocupada y que siempre le ha tenido mucho respeto. ¿Cree en estas afirmaciones?

R.- Me cuesta creerlo cuando después escucho unas afirmaciones del secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, donde dice que no puede llamarse colaboración público-privada sino ‘parasitación’ público-privada. Entonces, no sé a cuál de las dos declaraciones atenerme, no sé cuál de las dos es más cierta o menos cierta. Tampoco sé qué quiere decir la ministra con el respeto ni lo que quiere decir el secretario de Estado con la parasitación público-privada. En cualquier caso, una perspectiva en la que la colaboración público-privada se denomina parasitación no nos trae ningún futuro bueno para el sector.

Estas declaraciones contradictorias ahora mismo lo que generan en el sector es mucha incertidumbre, y la incertidumbre lo que hace es bloquear y paralizar inversiones, y bloquear y paralizar creación de empleo. La incertidumbre no es positiva.

«Una empresa farmacéutica pública será algo que no veremos funcionar»

P.- Uno de los temas recurrentes y de los que más se ha hablado tras la llegada de Mónica García al ministerio es sobre la supervivencia de Muface, ¿tiene Muface los días contados?

R.- Cuando se decidió esta situación de infrafinanciación ya se decidió el fin de Muface. Esta infrafinanciación ha provocado que disminuya la accesibilidad porque las compañías han disminuido el numero de centros que participan y el cuadro médico. Esto está haciendo que donde los funcionarios elegían un 82% a la privada ahora la eligen en un 75%. Sigue siendo una cifra muy alta, pero vamos viendo poco a poco ese declive de Muface.

Están llevando Muface a una situación de declive. Por eso yo digo que ya se ha firmado el fin de Muface, solo que se le está dejando morir poco a poco.

P.- ¿Qué supondría acabar con el modelo Muface y que todos los asegurados pasaran a la seguridad social? 

R.- La sanidad privada supone en Muface un ahorro de 1.000 millones para el sector público y ponemos al servicio, en este caso mediante la pensión de los funcionarios, 2.500 camas. Estos serían los dos principales efectos. Esto provocaría un incremento tremendo de las listas de espera, tanto en consulta como quirúrgica.

«No hay relación con el Ministerio de Sanidad»

P.- Estamos ante una de las mayores crisis sanitarias de España con las listas de espera, ¿cómo ayuda la sanidad privada a descargar esta congestión en el SNS?

R.- Ahora estamos ayudando poco porque hay pocas comunidades que estén colaborando con el sector privado para aliviar las listas de espera. La razón, por falta de presupuestos y por temor al qué dirán, ya que se sigue utilizando la sanidad y la colaboración público-privada como un arma política. Lo que sí está claro es que si nos dejaran participar, los problemas de la lista de espera se solucionarían en seis meses. Es una cuestión de sentarnos y planificar. Tenemos capacidad disponible, sobre todo en el ámbito de los quirófanos, porque donde tenemos nosotros más saturación es en las urgencias, que es nuestra Atención Primaria. Estamos hablando de 450 hospitales en España con los que poder colaborar para eliminar esa lista de espera.

P.- Pero el colapso de la Sanidad no solo está en la pública. En la privada también se notan los retrasos en las citas...

R.- Sí, pero en las urgencias. Pero seguimos teniendo camas y quirófanos disponibles.

P.- ¿Qué opina sobre la idea del secretario de estado de Sanidad de crear una empresa farmacéutica pública? ¿Es viable?

R.- Pensar que la Administración, con todos sus trámites, papeleos, concursos y gestiones administrativas va a ser más eficiente que un ámbito privado que ha necesitado muchísimos años para desarrollarse y mucha inversión es un error. Pero, sobre todo, será algo que no veremos funcionar.

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