Sanidad equipa el nuevo hospital de Melilla para su apertura, pero se olvida de los médicos
Contará con un 54% más de camas que el antiguo hospital, pero la ciudad autónoma sigue perdiendo médicos
Antiguo Hospital Comarcal de Melilla. | EP.
El Ministerio de Sanidad pone a punto el nuevo Hospital Universitario de Melilla, que tiene prevista su inauguración para el último trimestre de este año –según ha informado Isabel Muñoz, directora del Ingesa–. Con la ratio de médicos por habitante más baja de toda España (3,93 médicos por cada 1.000 habitantes), Sanidad se centra en equipar «con la más alta tecnología» el complejo hospitalario, mientras sigue sin impulsar la contratación de nuevos profesionales más de año y medio después de declararla zona de difícil cobertura médica.
La infraestructura contará con 45.000 metros cuadrados de superficie asistencial y albergará 265 camas, un 54% más con las que ya cuenta el antiguo hospital Comarcal de Melilla, que tiene 172. Además, contará con siete quirófanos (frente los cuatro actuales), 1 paritorio; 6 Unidades de Trabajo de Parto y Recuperación; 3 Hospitales de Día; 8 Gabinetes de exploraciones especiales; 1 Unidad de Hemodiálisis; Urgencias de adultos y pediátricas; y una Unidad de Docencia e Investigación.
Con la ratio de médicos más baja de toda España y con una plantilla de 133 facultativos, el Ministerio de Sanidad prevé contratar 252 nuevos profesionales sanitarios para el futuro Hospital Universitario de Melilla, cuya plantilla será casi un tercio superior que la que presta actualmente servicio en el Hospital Comarcal de la ciudad autónoma. De esta forma, el territorio que peor paga las guardias a sus médicos (19,50 euros la hora frente a los 35 de Murcia), pretende aumentar exponencialmente su plantilla de facultativos sin haber aplicado, hasta el momento, ninguna medida para hacer atractiva la zona y que los profesionales vayan y se queden. Y es que, la ciudad autónoma de Melilla fue el único territorio en 2023 que registró un descenso de profesionales, en concreto de un -4%.
Un hospital puntero, sin médicos
Por su parte, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, señala que el equipamiento de última tecnología con el que contará el nuevo hospital, como el sistema de cirugía robótica Da Vinci, «va a ser un reclamo para que profesionales quieran venir a prestar servicios a esta región». Olvidándose así de que las máquinas las hacen las personas y, si estas no van acompañadas de recursos humanos, su funcionamiento queda comprometido.
En la actualidad, Melilla cuenta únicamente con dos oncólogos para atender a 100-120 pacientes por semana. En época estival, como ocurre ahora, el servicio de oncología se queda con un profesional. Y es que el futuro de la oncología en esta ciudad autónoma es desolador: mientras que uno de los especialistas tiene 68 años, el otro tiene 70, con lo cual, cuando estos profesionales se jubilen, temen que el servicio quede descubierto. «Nadie quiere venir aquí. En febrero de 2023, se nombró a Ceuta y Melilla como zona de difícil cobertura y no han tomado ni una sola medida para incentivar que la gente venga o se quede una vez ha llegado», explican fuentes sindicales a THE OBJECTIVE.
Zona de difícil cobertura
El BOE recogió la entrada en vigor de este estado el 21 de febrero de 2023. Según marca el acuerdo de la comisión de RRHH del SNS por el que se determinan los criterios para identificar los puestos de difícil cobertura así como los incentivos, cuando una zona es reconocida como tal se le debe de aplicar al menos cuatro de las diez medidas que recoge el acuerdo para atraer y retener profesionales sanitarios. Entre estos incentivos se encuentran: un complemento retributivo específico periódico, facilitar el acceso o proporcionar ayuda económica para el desplazamiento o la vivienda, mayor puntuación en los baremos en bolsa, flexibilización en la jornada/horario de trabajo o facilitar la prolongación de la edad de jubilación parcial o total.
Sin embargo, un año y medio después, los médicos de Melilla –y también de Ceuta– aseguran que el Ministerio de Sanidad «no ha hecho nada al respecto» para mejorar la situación de sus médicos. En los últimos meses, el Ingesa, eso sí, ha ido sacando continuas licitaciones en su plataforma de contratación para la equipación del nuevo hospital. Como, 2.854.460 euros para el suministro del material necesario para la realización de hemodiálisis, hemodiafiltración on line y plasmaféresis (dializadores, fungibles, sistemas de información y otros materiales); 11.915.073 euros para la adquisición y suministro de los reactivos, calibradores, controles y fungibles específicos para la realización de las técnicas analíticas en el laboratorio central del hospital; 589.344 euros para el suministro e instalación de camas de psiquiatría/unidad de custodia, camas de hospitalización con báscula, camas de parto, camas de cuidados intermedios con y sin báscula y camas de cuidados críticos o 950.791 euros para el suministro, instalación y puesta en funcionamiento del equipamiento de la red integral audiovisual del hospital.
