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Interior busca 89 médicos para las cárceles tras fracasar en las tres últimas convocatorias

Se trata de plazas desiertas correspondientes a ofertas de empleo público de 2022, 2023 y 2024

Interior busca 89 médicos para las cárceles tras fracasar en las tres últimas convocatorias

Cárcel de Estremera, Madrid. | EP.

El Ministerio del Interior no consigue cubrir las plazas para médicos penitenciarios. El jueves pasado volvía a sacar 89 puestos del Cuerpo Facultativo de Sanidad Penitenciaria. Se trata de plazas desiertas correspondientes a ofertas de empleo público de 2022, 2023 y 2024.  La gran diferencia salarial –de más 1.000 euros– de un médico de prisiones y su homólogo en cualquier centro de salud es una de las razones por las que los facultativos deciden no optar a una plaza en alguna de las cárceles españolas.

Según la convocatoria publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), Interior ha sacado 69 plazas destinadas a las especialidades de Medicina Familiar y Comunitaria y Medicina Interna y 20 para la especialidad de Psiquiatría. Todas ellas son vacantes de las tres últimas convocatorias. En 2022, el Ministerio de Interior ofertó 40 plazas; en 2023, 34; y en julio de 2024, 15. Todas quedaron desiertas.

«Hay muy poquitos médicos que quieran venir a trabajar a las cárceles, fundamentalmente porque se cobra bastante menos que fuera. Cuando un médico termina la residencia, no se plantea trabajar en la cárcel, se plantea trabajar en un centro de salud o un hospital», explica a THE OBJECTIVE el doctor José Joaquín Antón Basanta, presidente de la Sociedad Española Sanidad de Penitenciaria (SESP), que señala que no hay carrera profesional en la sanidad penitenciaria. Es decir, «da igual lo que tú investigues, estudies y publiques, o que no hagas absolutamente nada, porque siempre vas a cobrar lo mismo», se lamenta el facultativo, que trabaja en el Centro Penitenciario de Albolote, en Granada.

366 plazas de médicos penitenciarios sin cubrir

Ahora, Interior vuelve a probar suerte y busca a 89 facultativos especializados en Familia e Interna y en Psiquiatría. Los médicos interesados en realizar esta OPE deberán superar un curso formativo y un periodo de prácticas en cárceles españolas. Más allá de estas ofertas, el BOE también recoge otra convocatoria para cubrir 27 plazas, en esta ocasión de enfermería.

Según datos de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, el sistema sanitario penitenciario español dispone de 170 facultativos para casi 50.000 presos –datos de septiembre de 2023–; esto es, un médico para cada 294 internos. El 69% de las plazas médicas en estos centros están desiertas, ya que de 536 puestos de médicos hay vacíos 366.

«La prioridad de Instituciones Penitencias es la custodia, la reinserción, la seguridad, pero no es la salud», señala el doctor Basanta, que destaca la labor de los enfermeros penitenciarios, que ante esta situación «asumen la mayor carga de la atención sanitaria, realizando tareas que no le corresponden, a veces, absolutamente solos. El esfuerzo que están haciendo es para quitarse el sombrero».

Transferencias autonómicas

Por ello, desde la SESP piden al Gobierno que cumpla con lo que establece la Disposición Adicional de la Ley 16/2003 de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud, que daba un plazo de 18 meses para transferir a los servicios de salud autonómicos las competencias de sanidad penitenciaria, dependientes del Ministerio de Interior. 21 años después, solo Cataluña, País Vasco y Navarra han hecho esas transferencias.

Sobre ello también habló con THE OBJECTIVE el médico Pedro Martínez, ya jubilado, que ejercía la medicina en la prisión de Ocaña II, Toledo. La «falta de interés por parte de las autonomías» en asumir el coste de un servicio que ahora sufraga el Ministerio del Interior sería la causa principal por la que este traspaso aún no se ha llevado a cabo en la mayoría de las comunidades, según el doctor Martínez, que aseguraba sentir «mucha pena» por la medicina penitenciaria: «Si una vez fue referente, hoy la dejo peor de lo que la encontré», relataba a este medio meses antes de su jubilación.

Otro facultativo de una de las prisiones con más presos de España y que prefiere mantenerse en el anonimato se sincera y asegura que la mayoría de los médicos penitenciarios siguen ahí porque «tenemos la jubilación cercana». Según datos de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), el 69% de los médicos tiene más de 55 años y el 54% más de 60. «Si tuviéramos que seguir trabajando cinco o seis años más, creo que no podríamos con esta sobrecarga desmedida. Esto es totalmente deficitario», lamenta.

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