Sanidad desoye las conclusiones de un informe de su web sobre las bolsas de nicotina
El estudio señala que las dosis de nicotina para dejar de fumar deben ser de hasta 16 mg; España quiere limitarlas a 0,99

Bolsas de nicotina.
El Ministerio de Sanidad sigue con los trámites para regular las bolsas de nicotina y los ‘vapers’ con y sin nicotina. El pasado mes de noviembre sacó a consulta pública el primer real decreto del plan antitabaco, donde prohíbe los sabores en los cigarrillos electrónicos y regula las bolsas de nicotina, limitando la concentración de esta a un máximo de 0,99 miligramos por unidad. Sin embargo, un informe recogido en la web del departamento de Mónica García y realizado por el Instituto Federal Alemán para la Valoración de Riesgos (BfR), concluye que las dosis de nicotina necesarias para que la gente deje de fumar han de ser, en casos de altos fumadores, de hasta 16 miligramos.
Teniendo en cuenta que no hay ningún producto o alternativa al tabaco inocuo, el objetivo de estos informes y debates es crear opciones para que los fumadores cambien a productos de nicotina que contengan o liberen una menor concentración de sustancias nocivas que el tabaco. De esta forma, el informe señala que todos «los productos que contienen nicotina no son
igualmente nocivos, sino que van desde un nivel de daño muy bajo (por ejemplo, los parches de nicotina) hasta un nivel de daño muy alto (por ejemplo, los cigarrillos)».
Por ello, en lo que se refiere al máximo en el contenido de las bolsitas de nicotina –que en España el Ministerio pretende restringir a 0,99 mg de esta sustancia por unidad–, el Instituto Federal para Valoración de Riesgos de Alemania establece que 16,6 mg/bolsa es el límite seguro, dado que concentra niveles de nicotina en sangre similares a los de los cigarrillos convencionales. Los estándares británicos y suecos limitan la nicotina a 20 mg/bolsa, y es que los expertos señalan que niveles inferiores podrían llevar a efectos indeseados, como usar un número elevado de estas bolsitas o recurrir al mercado ilegal.
Prohibición de facto
De esta forma, establecer el máximo de 0,99 mg por unidad implicaría «una prohibición de facto» de esta categoría en España. En este sentido se ha pronunciado recientemente el sueco Karl Fagerström, psicólogo y uno de los especialistas mundiales más importantes en la lucha contra el tabaco. En un artículo de opinión en Redacción Médica advierte de que «el límite de nicotina propuesto [por el Ministerio de Sanidad] puede no ser el mejor enfoque para lograr este objetivo [reducir el consumo de tabaco]. «Para que las bolsitas de nicotina sean una alternativa aceptable a productos más nocivos como los cigarrillos, deben suministrar una cantidad suficiente de nicotina. El nivel máximo propuesto de 0,99 mg de nicotina por bolsa es muy bajo y no cumple este requisito. […]. Este bajo nivel de nicotina equivaldría esencialmente a una prohibición de facto de la categoría».
«Las bolsitas de nicotina sin tabaco con un contenido de nicotina aceptable para el consumidor tienen el potencial de beneficiar a la salud pública, del mismo modo que lo ha hecho el snus sueco en Escandinavia. No existen pruebas científicas que sugieran que estas bolsitas vayan a tener un impacto negativo en los actuales esfuerzos antitabaco. Con una tasa de tabaquismo superior al 20%, España debería centrarse en apoyar a los fumadores para que dejen de fumar o cambien a productos menos nocivos. Debería evitarse una prohibición de facto de los nuevos productos de liberación de nicotina de bajo riesgo que podrían ayudar a los fumadores a dejar de fumar a largo plazo», insiste el experto, premiado en 1999 por la OMS por su lucha contra el tabaco y laureado en 2013 con el Premio de Ciencias Clínicas de la Sociedad para la Investigación del Tabaco y la Nicotina.
La nicotina no es cancerígena
Por otro lado, el informe alemán sostiene que la nicotina –que sí tiene efecto adictivo– no es cancerígena: «En su monografía sobre las bolsas de nicotina, el RIVM no encontró pruebas de las propiedades cancerígenas de la nicotina. La revisión de 2015 de Sanner y Grimsrud llega a la conclusión de que no se pueden extraer conclusiones sobre los posibles efectos cancerígenos del tratamiento a largo plazo con nicotina». Y el Servicio Nacional de Salud de UK, en su web, señala que, aunque la nicotina es adictiva, «por sí sola no causa cáncer, enfermedades pulmonares, enfermedades cardíacas ni accidentes cerebrovasculares y se ha utilizado de forma segura durante muchos años en medicamentos para ayudar a las personas a dejar de fumar». En este punto hay que diferenciar entre las bolsas de nicotina y el snus, producto que sí contiene tabaco y que está prohibido en España y toda la Unión Europea, a excepción de Suecia.
EEUU autoriza las bolsas de nicotina
El pasado 16 de enero la FDA, el organismo que regula la comercialización de los medicamentos y otros productos de consumo en EEUU, autorizó la comercialización de 20 productos de bolsa de nicotina ZYN a través de la vía de aplicación de precomercialización de producto de tabaco (PMTA), previa a una extensa revisión científica.
Se trata de un hito histórico, ya que es la primera vez que la agencia autoriza este tipo de productos al considerar que los productos autorizados presentan un riesgo menor de cáncer y otras afecciones graves para la salud que dichos productos. Además, la FDA encontró que el solicitante demostró que las bolsas de nicotina «tienen el potencial de proporcionar un beneficio a los adultos que fuman cigarrillos y/o usan otros productos de tabaco sin humo, que es suficiente para compensar los riesgos de los productos, incluso para los jóvenes».
Como parte de su evaluación, la FDA revisó los datos sobre el riesgo para los jóvenes y encontró que el uso de bolsas de nicotina en los jóvenes «sigue siendo bajo a pesar del aumento de las ventas en los últimos años».
Suecia, el primer país libre de humo
Suecia se ha convertido así en el primer país libre de humo al bajar del umbral del 5 % que establece la OMS. Los datos sanitarios oficiales publicados por la agencia sueca de salud pública muestran que sólo el 4,5% de los adultos nacidos en Suecia fuman, una cifra significativamente inferior al punto de referencia mundialmente reconocido del 5%. En Europa, la tasa media de tabaquismo (24%) es cinco veces superior a la de Suecia.
Los suecos han alcanzado este notable hito 16 años antes del objetivo de la Unión Europea, mientras que la mayoría de los demás Estados miembros están aún lejos de conseguirlo. El éxito de los suecos se debe a la combinación de las políticas tradicionales de prevención y cesación del tabaquismo en combinación con una política pionera en materia de alternativas más seguras a los cigarrillos como el snus, los cigarrillos electrónicos y las bolsitas de nicotina.