Grababan una carrera ilegal de coches y acaban grabando su muerte
Según varios medios locales, la carrera se celebró el 30 de mayo a las tres de la madrugada en Periférico Norte, a la altura de Santa Mónica, cerca de Ciudad de México. En las imágenes se ve un Golf -vehiculo en el que se grababa-, un Beetle y un Mustang particioando en una carrera de ‘piques’. En el interior del vehículo hay tres personas, el conductor, el copiloto y el que graba en la parte trasera. El Golf que parte más rezagado que los otros dos comienza a acelerar entre los coches. El conductor, arengado por sus dos acompañantes al grito de «¡venga, vamos!», acaba igualándose a sus otros competidores. Pero de repente, un frenazo en seco y fundido a negro, pero el sonido sigue activo. Las vueltas de campana y el ruido seco de los cristales estremecen. Segundos después se escuchan los primeros lamentos y gritos desgarradores de personas que se acercan a ayudar a los ocupantes. Fallecieron el conductor y el copiloto de 24 y 26 años, y el joven que grabó, de 18 años, está gravemente herido.
La dominación de las redes sociales en la vida de algunas personas y la obsesión por grabarlo todo está alcanzado niveles demenciales. La última tragedia relacionada con las redes sociales es la muerte grabada de un grupo de jóvenes que participaba en una carrera ilegal de coches en Ciudad de México. El vídeo de su temeridad acaba convirtiéndose en la crónica gráfica de su muerte. A los 50 segundos de grabación (ver vídeo aquí), una frenada en seco y un fundido a negro hacen presagiar el fatídico final.
Según varios medios locales, la carrera se celebró el 30 de mayo a las tres de la madrugada en Periférico Norte, a la altura de Santa Mónica, cerca de Ciudad de México. En las imágenes se ve un Golf -vehiculo en el que se grababa-, un Beetle y un Mustang particioando en una carrera de ‘piques’. En el interior del vehículo hay tres personas, el conductor, el copiloto y el que graba en la parte trasera. El Golf que parte más rezagado que los otros dos comienza a acelerar entre los coches. El conductor, arengado por sus dos acompañantes al grito de «¡venga, vamos!», acaba igualándose a sus otros competidores. Pero de repente, un frenazo en seco y fundido a negro, pero el sonido sigue activo. Las vueltas de campana y el ruido seco de los cristales estremecen. Segundos después se escuchan los primeros lamentos y gritos desgarradores de personas que se acercan a ayudar a los ocupantes. Fallecieron el conductor y el copiloto de 24 y 26 años, y el joven que grabó, de 18 años, está gravemente herido.