Suecia ofrece 4.000 euros a los inmigrantes para que abandonen el país
Otro motivos que explican estas cifras récord incluyen la restrictiva ley aprobada a primeros de junio en materia de reunificación familiar y el largo proceso administrativo al que se enfrenta cualquiera ciudadano que quiera permanecer en el país de forma legal. Desde que estalló la crisis de refugiados debido, en gran medida, al recrudecimiento de la guerra en Siria, Suecia solía ser uno de los destinos europeos más apreciados por lo inmigrantes, llegando a duplicar el número de peticiones de asilo entre 2014 y 2015 a más de 160.000. El 55% de ellas fueron aprobadas el pasado año. Suecia se convirtió en un país muy popular entre la población que huye de las guerras y persecuciones en sus países, convirtiéndose en el segundo Estado con más número de refugiados de Europa. Hasta este año, cuando las condiciones para quedarse se han endurecido y el Gobierno paga 4.000 euros por marcharse.
El Gobierno sueco está dispuesto a limitar la presencia de inmigrantes en el país y, entre otras medidas, les está ofreciendo 4.000 euros para que regresen a sus casas. Esto explica, en parte, que de las 10.665 personas de terceros países que abandonaron Suecia en los primeros ocho meses de 2016, 4.542 lo hicieron voluntariamente, según el departamento de migraciones sueco.
Otro motivos que explican estas cifras récord incluyen la restrictiva ley aprobada a primeros de junio en materia de reunificación familiar y el largo proceso administrativo al que se enfrenta cualquiera ciudadano que quiera permanecer en el país de forma legal.
Desde que estalló la crisis de refugiados debido, en gran medida, al recrudecimiento de la guerra en Siria, Suecia solía ser uno de los destinos europeos más apreciados por lo inmigrantes, llegando a duplicar el número de peticiones de asilo entre 2014 y 2015 a más de 160.000. El 55% de ellas fueron aprobadas el pasado año. Suecia se convirtió en un país muy popular entre la población que huye de las guerras y persecuciones en sus países, convirtiéndose en el segundo Estado con más número de refugiados de Europa. Hasta este año, cuando las condiciones para quedarse se han endurecido y el Gobierno paga 4.000 euros por marcharse.