Investigan 100 casos de enfermedades pulmonares vinculadas al vapeo
El vapor contiene partículas finas que penetran en los pulmones, con «muchas sustancias potencialmente tóxicas»
Varios médicos investigan en Estados Unidos alrededor de 100 casos de personas que padecen enfermedades pulmonares desconocidas hasta el momento vinculadas al vapeo y al uso del cigarrillo electrónico, según informa The Independent.
La mayoría de los enfermos son adolescentes y adultos jóvenes, que han tenido que ser hospitalizados, algunos de ellos incluso en cuidados intensivos y con respiración asistida. Las autoridades médicas han señalado que no tienen claro que los pacientes se vayan a recuperar por completo.
Algunos de los pacientes padecen lesiones pulmonares graves, cuyos síntomas abarcan desde fiebre y vómitos hasta dificultad para respirar y dolor en el pecho.
Aunque muchos de estos casos presentan una sintomatología parecida, los médicos todavía no han podido dictaminar que las enfermedades estén asociadas al uso de los cigarrillos electrónicos y a los ingredientes inhalados a través de ellos.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han confirmado que los médicos están trabajando con los departamentos de salud en al menos cinco estados con casos confirmados (California, Illinois, Indiana, Minnesota y Wisconsin) para determinar la causa de la infección.
¿Qué dice la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
El vapeo consiste en inhalar vapores creados por el calentamiento a alta temperatura de un líquido en el interior del cigarrillo electrónico. «No se conoce en detalle su composición, no se sabe lo que la gente inhala. Hay demasiadas referencias disponibles en el mercado y pocas normas», subraya el profesor Loic Josseran, presidente de la Alianza contra el Tabaco, consultado por la AFP.
El vapor contiene partículas finas que penetran en los pulmones. Hay «muchas sustancias potencialmente tóxicas«, concluyó un informe de la Academia estadounidense de Ciencias publicado en 2018.
Entre ellos, metales como el níquel o el plomo, procedentes probablemente de la bobina utilizada para calentar el líquido, así como aditivos considerados seguros en la industria agroalimentaria pero vinculados a enfermedades pulmonares o no estudiados bajo su forma vaporizada.
Los investigadores tienen aún poca perspectiva sobre los cigarrillos electrónicos, que están a la venta desde hace menos de dos décadas. Habrá que esperar estudios durante varias décadas para tener la certeza de los efectos a largo plazo de esas sustancias en las células del cuerpo.
La OMS señaló en un informe de 2014 que «los SEAN (Sistema Electrónico de Administración de Nicotina) son probablemente menos tóxicos que los cigarrillos, pero no hay pruebas suficientes para cuantificar el nivel preciso de riesgo; y en cualquier caso, los SEAN son incuestionablemente nocivos«, informa AFP.
Además, la OMS no incluye al cigarrillo electrónico entre el arsenal recomendado para dejar el tabaco, y juzga que no debe ser promovido como tal hasta que no haya más datos disponibles. Según Saluda Pública Francia, casi la mitad de quienes vapeaban en ese país en 2017 continuaban fumando cigarrillos todos los días (40%) u ocasionalmente.
