Lo bueno del día: Trasplantan los dos pulmones a un italiano de 18 años que contrajo el COVID-19
Se trata de una operación realizada hasta ahora sólo en China y que por primera vez se lleva a cabo en Europa
Por primera vez en Europa, un italiano de 18 años ha sido trasplantado de ambos pulmones, inservibles a causa del COVID-19[contexto id=»460724″], según ha informado hoy el hospital Policlínico de Milán.
Es una novedosa técnica en el tratamiento de esta patología. Se trata, asegura un portavoz del hospital, de una operación realizada hasta ahora sólo en China y llevada a cabo por el director de cirugía torácica y trasplantes de pulmón del Policlínico milanés, Mario Nosotti, el pasado 18 de mayo.
El joven, en principio sano y sin patologías previas, contrajo el virus y en tan sólo cuatro días terminó en terapia intensiva respirando gracias a una maquina de circulación extracorpórea a la que estuvo enchufado durante dos meses.
Según explica, el coronavirus había «quemado» prácticamente sus dos órganos, haciéndolos incapaces de respirar en pocos días. Desde el principio, los médicos informaron a la familia de que «solo un milagro» podría haber salvado al joven de 18 años visto el estado de los pulmones.
El 23 de marzo, dado el nuevo empeoramiento de su condición, los médicos de la Unidad de Cuidados Intensivos de Cirugía Cardíaca del Hospital San Rafael de Milán lo conectaron en coma a una máquina para que pudiese respirar.
A mediados de abril, los expertos en cirugía torácica y trasplantes de pulmón del Policlínico, dirigidos por Mario Nosotti, decidieron intentar la vía del trasplante doble, que hasta ahora solo se había conseguido en China, donde comenzó la propagación del coronavirus.
Tras ponerle en la lista de trasplantes el 30 de abril y mientras continuaban «agotándose sus reservas» llegó hace dos semanas la noticia de que había un par de órganos adecuados, donados por una persona fallecida, ha explicado Nosotti. «Mientras tanto, los colegas de San Raffaele enfrentaron la delicada fase de transportar al paciente a nuestra sala de operaciones dedicada a las operaciones de COVID», ha añadido.
Un trasplante siempre es una operación delicada, pero lo es aún más cuando todo el personal en la sala de operaciones está protegido por dispositivos de protección contra el virus, incluidos los cascos de ventilación que dificultan los movimientos y fatigan a los sanitarios, ha comentado el doctor.
«Tanto es así que habíamos planeado un cambio de equipo quirúrgico, así como el de anestesiología y enfermería a intervalos regulares para permitir que los colegas recuperasen el aliento».
La intervención también fue compleja debido al grave daño causado por el coronavirus, pues «los pulmones, de hecho, parecían de madera, extremadamente pesados y en algunas áreas completamente destruidos».
La operación finalizó perfectamente, y después de unas doce horas se desconectó la circulación extracorpórea, «algo no del todo común, especialmente teniendo en cuenta que el paciente había estado conectado a una maquina durante dos meses», ha señalado.
El joven, hoy despierto, tendrá que someterse a una larga rehabilitación, no tanto por la infección del coronavirus, que ya ha superado, sino por los 58 días que pasó atrapado en la cama, intubado y asistido por las máquinas.