Los hombres son considerados brillantes más a menudo que las mujeres, según un nuevo estudio
Los hombres son más propensos que las mujeres a ser vistos como brillantes, según una investigación de las universidades de Denver, Nueva York y Harvard que se centra en los estereotipos implícitos que tienen las personas y que publica Journal of Experimental Social Psychology.
Por qué es importante: los investigadores afirman que el trabajo muestra que ese tipo de opiniones estereotipadas «son un ejemplo de sesgo implícito, el cual revela asociaciones automáticas» que la gente no reconoce cuando se les pregunta directamente. De hecho, al evaluar los estereotipos explícitos, preguntando directamente a los sujetos si creían que los hombres eran más brillantes que las mujeres, estos dijeron que estaban en desacuerdo.
Medir de forma detallada los estereotipos es un desafío, pues las personas suelen ser reticentes a admitir que los tienen, por lo que preguntar directamente sobre ellos no suele ser eficaz.
Para superar esa limitación metodológica, los investigadores adoptaron una prueba destinada a medir indirectamente los estereotipos, explica un comunicado de la Universidad de Nueva York.
El objetivo era captar los estereotipos implícitos, es decir, las asociaciones automáticas que vienen a la mente entre ciertos rasgos -por ejemplo, la brillantez- y ciertos grupos -por ejemplo, los hombres-. Estos contrastan con los estereotipos explícitos, en los que atribuimos de forma consciente y verbal rasgos a grupos de personas.
Los participantes vieron una serie de estímulos (como la foto de una mujer o la palabra «brillante») en una pantalla y tenían que clasificarlos. Si las personas asocian en su mente la brillantez más con lo masculino que con lo femenino, serán más rápidas al clasificar los estímulos cuando ambos conceptos vayan emparejados, porque el estereotipo hace que parezcan «ir juntos», señalan los autores.
El equipo realizó pruebas a mujeres, hombres, niñas y niños de Estados Unidos y solo a adultos de otros 78 países y encontró «evidencias consistentes» de un estereotipo implícito que asocia la brillantez con los hombres más que con las mujeres.
Estos resultados, indican los investigadores, son «coherentes» con estudios anteriores que muestran que «es poco probable que la gente admita los estereotipos, lo que refuerza la importancia de medir tales percepciones a través de medios más sutiles».