La ONU advierte de que el número de muertes por sida podría intensificarse en 2020 como consecuencia indirecta de la pandemia de COVID-19 a pesar de que en 2019 se registraran 690.000 personas fallecidas de VIH y enfermedades relacionadas, la menor cifra de la última década.
Lo más importante: el aumento de fallecimientos como consecuencia del sida se debería a la interrupción de tratamientos y el acceso más difícil a los antirretrovirales por los confinamientos y cierres de fronteras durante la pandemia. Además, la financiación global contra esta epidemia ha caído un 7% y ahora es un 30% inferior al mínimo necesario para responder de forma eficaz a esta enfermedad, situación que podría empeorar con la pandemia, según el informe publicado este lunes por el Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (Onusida).
África subsahariana, donde se concentran casi tres cuartas partes de los afectados por el VIH, podría ser la región donde se concentren la mayor parte de esas muertes adicionales. En esta zona se dieron 440.000 muertes en 2019, como consecuencia del aumento del precio de los antirretrovirales exportados desde la India, entre otros factores.
De los 38 millones casos de personas que viven con el virus causante del sida, más de 25 millones son habitantes del continente africano, según el informe. Además, 730.000 de los nuevos casos diagnosticados se han dado en África oriental y meridional, 300.000 en Asia-Pacífico, 240.000 en África occidental y central y 120.000 en Latinoamérica, donde el número de personas con VIH asciende actualmente a 2,1 millones.
Por otro lado, en el área más afectada por el sida, África del sur y oriental, se ha reducido un 38% las infecciones anuales de VIH en la pasada década, pero ha habido un alarmante aumento del 72% en Europa oriental y Asia central y del 21% en Latinoamérica.
El pico de la epidemia de VIH se registró en 1998, cuando los casos anuales eran unos 2,8 millones. Las estadísticas presentadas en el informe de la ONU muestran que que las nuevas infecciones anuales de VIH se han reducido un 40% y las muertes en un 60% respecto al año con mayores fallecimientos, que fue 2004 con 1,7 millones.
A su vez, el informe señala que solo dos de cada tres personas que viven con el VIH tienen acceso a las terapias antirretrovirales, lo que se traduce en unas 25,4 millones de personas. En este sentido, la directora ejecutiva de Onudisa, Winnie Byanyima, ha añadido que se requiere una acción decisiva para que se pueda poner fin a la epidemia de sida hacia 2030.
