Las autoridades de una ciudad del norte de China han emitido una alerta sanitaria de nivel 3, la segunda más baja en la escala del país, después de que se detectase un caso de peste bubónica, según informa la prensa oficial. Un pastor ha sido ingresado en el hospital, en el que está siendo tratado y permanece estable.
En contexto: en plena pandemia de coronavirus y en un momento en el que China está atenta a los rebrotes, un caso de peste bubónica y otros dos confirmados en Mongolia la pasada semana han puesto en alerta de nuevo al país asiático, que ha pedido precaución a los ciudadanos para evitar el contagio.
La alerta de nivel 3 se mantendrá hasta finales de este año para prevenir y controlar posibles brotes de peste bubónica, según las autoridades locales.
El Ejecutivo municipal ha pedido a los ciudadanos en un comunicado que sean más precavidos ante el riesgo de que se produzcan infecciones de persona a persona, y ha reclamado también que no consuman animales que puedan causar contagios de esta enfermedad.
Asimismo, ha solicitado que se informe de cualquier caso sospechoso de peste, ya sean pacientes que desarrollen una fiebre alta sin motivo aparente o que mueran de forma repentina.
La Comisión Municipal de Sanidad también pidió a los ciudadanos que denunciasen si encontraban marmotas u otros animales enfermos o muertos, y recordó que está prohibido cazar animales que puedan portar la enfermedad.
La mención específica de las marmotas podría estar relacionada con dos casos confirmados de peste bubónica en la vecina Mongolia la semana pasada. Dos hermanos fueron hospitalizados tras contraer la enfermedad después de ingerir carne de marmota.
Estos animales y otros pequeños mamíferos son portadores de pulgas infectadas por la bacteria Yersinia pestis, que provoca tanto la peste bubónica como la neumónica.
En el caso de la peste bubónica, los síntomas suelen aparecer tras un período de entre uno y siete días y, si no se recibe tratamiento con antibióticos, tiene una tasa de letalidad de entre el 30% y el 60%. Actualmente, los tres países más afectados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son Madagascar, República Democrática del Congo y Perú.