Un hombre enmascarado asesinó el pasado domingo en Nueva Jersey al hijo de 20 años de la juez federal designada para conducir la demanda colectiva contra el Deutsche Bank, presentada por inversores que compraron acciones del banco entre 2017 y 2020. ¿Qué argumentan? Que la institución no vigiló lo suficiente a los clientes considerados de alto riesgo, incluido el fallecido Jeffrey Epstein, acusado de tráfico sexual de menores, que se suicidó en la cárcel hace casi un año.
Lo más importante: la oficina del FBI en Newark, Nueva Jersey, ha afirmado que se investiga el tiroteo ocurrido en la casa de la jueza Esther Salas en North Brunswick, en Nueva Jersey, a pocos kilómetros de la ciudad de Nueva York. El hijo de la juez abrió la puerta y recibió un disparo en el corazón por parte de un hombre enmascarado, vestido como si fuese un repartidor de FedEx, que luego huyó rápidamente, según la cadena CNN.
Salas, de 51 años y de origen cubano, es la primera juez federal hispana del estado de Nueva Jersey, nominada como juez de distrito en Newark en 2010 por el ex presidente Barack Obama. Su marido, Mark Anderl, de 63 años, también fue herido de una bala y se encuentra hospitalizado en estado crítico pero estable, ha afirmado el alcalde de North Brunswick, Francis Womack, a periodistas.
Salas sentenció en 2014 a un año de cárcel por fraude a Teresa Giudice, una de las protagonistas de la serie televisiva Mujeres ricas de Nueva Jersey, y a su marido, Giuseppe Giudice, a 41 meses de prisión. También sentenció en 2018 a 45 años de cárcel al jefe pandillero Farad Roland, del cartel South Side, una de las pandillas más violentas de Newark.
«La jueza Salas y su familia están en nuestros pensamientos en estos momentos, mientras intentan asimilar este acto sin sentido. Esta tragedia es el último recordatorio de que la violencia armada sigue siendo un problema en nuestro país y que nuestro trabajo para garantizar la seguridad de la comunidad no ha acabado», ha dicho el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, en un comunicado.