Los psiquiatras temen las consecuencias para la salud mental de los rebrotes y la incertidumbre
Los psiquiatras temen que los rebrotes de coronavirus en España y otros lugares del mundo y las medidas restrictivas que se están adoptando en algunos lugares empeoren la salud mental de la población que, recuerdan, ya se vio muy afectada por el confinamiento.
Lo más importante: «seguir una rutina, no consumir excesiva información sobre la COVID-19, aprovechar para dedicarse a hobbies y estar o mirar a fuera de casa» son las directrices que propone el jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona, Eduard Vieta, para combatir posibles trastornos mentales derivados del confinamiento y la incertidumbre.
Tras el confinamiento, en España se presentó un estudio –que publicó la revista Journal of Affective Disorders– que revelaba que el 65 % de los españoles tenía síntomas de ansiedad o cuadros depresivos, la mayoría leves, debido a la situación de restricciones que obligó la epidemia. Es necesario prevenir el impacto de situaciones como la falta de duelo por los familiares muertos en la soledad, los ERTE y las angustias económicas.
Este año, el tema principal del foro telemático que reúne a profesionales del sector de la psiquiatría –el 27 Symposium Internacional Controversias en Psiquiatría– serán las «violencias y agresiones», situaciones que, según Vieta, también se han agravado con los confinamientos y las restricciones de movilidad. «La violencia de género se ha agravado sobre todo en aquellos casos donde ya estaba latente. Es difícil prevenirla y hay que tener en cuenta muchos aspectos, entre ellos, la salud mental», ha dicho el especialista.
Vieta también ha asegurado que la COVID-19 ha puesto de manifiesto otros tipos de violencia que ya estaban latentes y que la pandemia ha podido impulsar o darles más visibilidad «como las agresiones contra los profesionales sanitarios o la que ocasionalmente se realiza en determinadas residencias de la tercera edad por personal que atiende a los usuarios, en general poco formado y sometido a mucho estrés».
Con respecto a las personas que niegan la eficacia de las mascarillas, el jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic ha afirmado que este negacionismo «no se debe tanto a un trastorno mental, como a determinados rasgos de la personalidad que, por diversos motivos, les hace negar la evidencia». «Son individuos que necesitan explicaciones sencillas para temas complejos. Suelen tener una inteligencia limitada y buscan converger y tener un punto de unión con otras personas, aunque sea a través del autoengaño. Recuerde aquel individuo que murió tras lanzarse con un cohete casero para demostrar que la tierra es plana», ha puesto como ejemplo Vieta.