La Conferencia Mundial de la Mujer se celebró en Pekín hace 25 años. Esa fecha marcaría un auténtico hito en la concienciación y acción en pro de la igualdad de género[contexto id=»381722″]. Este jueves, en Naciones Unidas, se revisará lo conseguido y se plantearán nuevas iniciativas para mejorar la situación de las mujeres y garantizar sus derechos. Una crisis global como la que vivimos solo incrementa las desigualdades preexistentes, y el COVID-19[contexto id=»460724″] ha provocado ya serios retrocesos en las condiciones de vida de las mujeres.
Por qué te lo contamos: el secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha advertido de que la pandemia del coronavirus puede hacer retroceder los avances en los derechos de las mujeres hasta por lo menos la situación de hace veinte años. «El COVID-19 ha subrayado y explotado la continuada negación de los derechos de las mujeres. Mujeres y niñas se están llevando la peor parte del enorme impacto social y económico de la pandemia», ha destacado.
Anita Bhatia, de ONU Mujeres, ha remarcado en RTVE los avances conseguidos en estos 25 años de lucha, pero insiste en que aún queda mucho por hacer, pues «la agenda no se ha cumplido. El progreso es, yo digo, dolorosamente lento o incluso podemos decir que hoy en día hay retrasos». Además, ha compartido con Guterres la llamada de atención sobre la pandemia, y asegura que «en 25 semanas hemos perdido 25 años de progreso sobre muchos temas, incluido el tema de trabajo de la mujer».
Durante los casi tres meses de confinamiento en España, el Gobierno declaró servicios esenciales todos aquellos dedicados a la asistencia integral a las víctimas de violencia de género, para así garantizar su pleno funcionamiento. El aislamiento se convertía en un factor de riesgo en los casos de violencia machista, dado que podía llegar a «invisibilizarse, a quedarse detrás de las puertas con la situación de emergencia sanitaria», tal y como alertó la socia fundadora de la Asociación de Mujeres Juezas de España, Lucía Avilés.
Las Naciones Unidas han organizado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer a lo largo de la historia, que se celebraron en distintas ciudades del mundo: Ciudad de México (1975), Copenhague (1980), Nairobi (1985) y Beijing (1995). Esta última marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género, y la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada de forma unánime por 189 países, constituye un programa en favor del empoderamiento de la mujer.
Para lograr los objetivos estratégicos y medidas fundamentales en la igualdad de género, la ONU estableció 12 esferas cruciales. Entre ellas se incluyen campos de batalla como la educación de la mujer, las mujeres en los conflictos armados, la mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones o la presencia femenina en medios de difusión.