París entra este lunes en alerta máxima por la expansión del coronavirus tras haber rebasado todos los límites impuestos por el Gobierno y presentar una degradación notable de la situación sanitaria.
En contexto: en Francia, las ciudades pasan a esta categoría cuando superan los tres baremos dictados por el Gobierno: cuando la tasa de incidencia supera los 250 positivos por cada 100.000 habitantes entre la población en general, los 100 casos entre las personas mayores y que el 30% de las camas de las UCI están ocupadas por pacientes de COVID-19.
La presión creciente en hospitales de la región parisina ha quedado comprobada este fin de semana, por lo que el Primer Ministro, Jean Castex, confirmó el domingo a la alcaldesa, Anne Hidalgo, que la capital entra en alerta máxima, según han informado fuentes del Gobierno a Efe.
París y parte de su periferia sobrepasaron esos límite el pasado jueves, con 263 y 105 casos respectivamente y una tasa de ocupación que ronda el 35% en las unidades de cuidados intensivos.
El domingo, se esperaba que el Ejecutivo confirmara el cierre de bares y restaurantes en la capital a partir de este lunes, pero finalmente los restaurantes sí podrán permanecer abiertos aunque con medidas de protección reforzadas. En principio, los bares sí deberán cerrar.
El Ayuntamiento de París, la prefectura de policía, la agencia sanitaria y la de educación, enviaron finalmente el domingo un comunicado conjunto confirmando que el anuncio de las nuevas medidas se hará este lunes.
Castex ha pedido además al ministro de Educación, Jean-Michel Blanquer, que establezca nuevas disposiciones para luchar contra la propagación del virus en los centros educativos, lo que pasará por reducir a la mitad el número de estudiantes por clase en universidades e institutos de formación de zonas en alerta máxima.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Élisabeth Borne, recordará a los empleadores la necesidad de dar prioridad al teletrabajo en las ciudades declaradas en dicha alerta.
Los anuncios de la prensa gala coincidieron con la confirmación del sindicato de hostelería de Marsella de la reapertura de sus restaurantes este lunes tras una semana de cierre total, después de haber alcanzado un acuerdo con las autoridades y anunciar medidas más restrictivas para acoger a sus clientes.