El papa Francisco se ha declarado «estupefacto» por las violencias acaecidas el miércoles en el Capitolio de Washington, en una entrevista con la cadena de televisión italiana Canale 5.
Lo más importante: «Me quedé estupefacto porque se trata de un pueblo tan disciplinado en la democracia», afirma en esta entrevista, que debe ser transmitida el domingo por la noche, pero de la que algunos extractos han sido difundidos el sábado. Incluso en «los ambientes más evolucionados siempre hay algo que no funciona», hay personas «que toman un camino contra la comunidad, contra la democracia, contra el bien común», asegura.
«Este movimiento debe ser condenado», estima también el pontífice argentino, a la vez que añade que hay que «comprender bien para que no se repita y aprender de la historia».
Las banderas del Capitolio se pusieron a media asta después de la muerte de un policía herido durante los enfrentamientos con manifestantes pro-Trump. El balance total de la violencia del miércoles en Washington fue de cinco muertos.
Francisco se vacunará «la semana que viene»
Francisco asegura en la misma entrevista que se vacunará contra la COVID-19 «la semana que viene» y denuncia el «negacionismo suicida» de los que se oponen a ese remedio contra la pandemia. «La semana que viene empezaremos a hacerlo, ya tengo mi cita», dice el pontífice a Canale 5. «Hay que hacerlo», insiste Francisco, para quien «hay un negacionismo suicida que no consigo explicar».
«Creo que desde el punto de vista ético todo el mundo debe vacunarse, porque no solamente pones en peligro tu salud, tu vida, sino también las de los otros», explica en esa entrevista. «Cuando yo era chico, me acuerdo de la epidemia de la poliomelitis, a causa de la cual muchos niños quedaron paralizados y todo el mundo esperaba ansiosamente una vacuna (…) Cuando llegó la vacuna la daban con azúcar», recuerda el papa Francisco.
«Luego crecimos a la sombra de las vacunas, contra el sarampión, contra esto, contra aquello… vacunas que se daban a los niños». «No sé por qué algunos dicen ‘no, la vacuna es peligrosa’; pero, si los médicos la presentan como algo que puede ser bueno, que no presenta riesgos particulares, ¿por qué no hacerlo?», se preguntó el pontífice.