La secretaria de Gobernación (Interior) de México, Olga Sánchez Cordero, ha comunicado este miércoles que el Gobierno federal descarta impulsar la despenalización del aborto, pues el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se opone a ello. Por ello, lo ha dejado en manos de los Congresos estatales.
En contexto: tras la aprobación del aborto legal en Argentina el pasado diciembre, López Obrador planteó una consulta popular sobre el tema en México para evitar posicionarse sobre este asunto. En la actualidad, los únicos lugares en los que el aborto está despenalizado hasta las 12 semanas de gestación sin importar la causa son Oaxaca y la Ciudad de México.
En este sentido, Sánchez Cordero ha asegurado que lleva 50 años defendiendo el derecho al aborto, pero recuerda que el presidente ha descartado la posibilidad de que la despenalización se impulse desde el nivel federal. De todas formas, la secretaria ha mantenido que el Gobierno está «trabajando muchísimo en cuestiones de salud» de las mujeres, como la prevención de embarazos, sobre todo los infantiles, y el uso de anticonceptivos.
El presidente ha resaltado, por su parte, que «es una decisión de las mujeres. Mi postura es que en estos temas, donde hay puntos de vista a favor y en contra, porque así es la democracia, no hay un pensamiento único, lo mejor es consultar a los ciudadanos y en este caso, a las mujeres», indicó el mandatario, de profundas convicciones religiosas. A lo que la secretaria ha matizado que «cuando el presidente habla de consulta y de que las mujeres van a decidir, las mujeres van a decidir por supuesto, pero no sobre los derechos sino sobre un tipo penal específico».
Además, la secretaria aboga por una reforma constitucional que permita crear un Código Penal único para todo México, el cual descriminalice el aborto o portar cannabis. En México, los únicos lugares en los que el aborto está despenalizado hasta las 12 semanas de gestación sin importar causa son Oaxaca y la Ciudad de México. En el resto del país se permite por violación y algunos estados tienen causales por viabilidad del feto, salud de la madre y pobreza extrema.
López Obrador, quien se autodefine como izquierdista, ha sido siempre ambivalente sobre el aborto, mientras Sánchez Cordero, siempre ha defendido que la mujer «no debe estar privada de su libertad».