La propaganda racista y xenófoba de grupos supremacistas blancos se disparó casi un 100% en 2020 en Estados Unidos, donde se registraron más de 5.000 casos de mensajes racistas, antisemitas y contra la comunidad LGTBI, según ha denunciado este miércoles la organización Liga contra de Difamación (ADL, según sus siglas en inglés).
Por qué es importante: la organización ADL también insiste en el aumento alarmante de esta propaganda desde que comenzaron sus registros en 2017, cuando recogieron menos de 500 casos en todo el país. Centrada en la lucha contra el antisemitismo, también recoge que la propaganda antijudía ha experimentado un aumento del 60% respecto al año anterior.
Los estados donde más casos se han registraron han sido Texas (574), Washington (345), California (333), Nueva Jersey (323), Nueva York (308), Massachusetts (276), Virginia (249) y Pensilvania (238).
«Los supremacistas blancos parecen estar más envalentonados que nunca, y el año electoral, la pandemia y otros factores pudieron haber proporcionado a estos extremistas un estímulo adicional», ha asegurado el director ejecutivo de ADL, Jonathan A. Greenblatt, citado en un comunicado.
Asimismo, el comunicado asegura que «la propaganda les da a los supremacistas blancos la posibilidad de maximizar la atención mediática y online, a la vez que reducen los riesgos a una exposición individual, a una cobertura negativa de los medios, a arrestos o una reacción pública que muchas veces acompañan a los actos públicos».
En su informe anual, el grupo recoge que al menos 30 grupos supremacistas hicieron pintadas, repartieron volantes, pegaron pósteres y pegatinas y colgaron pancartas con mensajes racistas y xenófobos en 49 de los 50 estados del país. Pero sobre todo, tres de estas agrupaciones, Patriot Front (Frente Patriótico), New Jersey European Heritage Association (La Asociación de la Herencia Europea de Nueva Jersey) y Nationalist Social Club (El Club Social Nacionalista), fueron las responsables del 92 por ciento de esta activad, asegura el estudio, que destaca a Patriot Front, ubicado en Texas, como el principal movimiento agitador.
Este estudio coincide con la matanza en Georgia este martes de ocho personas, entre ellas seis mujeres asiáticas, por la que se ha detenido a un hombre blanco y que podría tratarse de un crimen de odio y racista.
Andrew Cuomo, gobernador de Nueva York, estado que ha experimentado un fuerte aumento de los ataques contra asiáticos, dijo que «las palabras importan» cuando se habla de «virus chino», como hizo el expresidente Donald Trump[contexto id=»381723″] para referirse al coronavirus.
«En Nueva York tenemos un largo legado de celebrar la diversidad étnica y racial», ha señalado el gobernador, quien ha recordado que el virus en el caso de Nueva York no vino de Asia, sino de Europa, «de Italia, de España o Francia».