Un informe independiente pedido por la Iglesia Católica ha revelado cientos de casos de abusos sexuales perpetrados por el clero y responsables laicos de la mayor diócesis de Alemania, según han indicado sus autores este jueves.
Los detalles: el documento de 800 páginas sobre la diócesis de Colonia ha identificado a 202 responsables de agresión sexual y 314 víctimas entre 1975 y 2018, según ha afirmado a la prensa el abogado al que la Iglesia encomendó la investigación, Bjoern Gercke. «Más de la mitad de las víctimas eran niños menores de 14 años», ha comunicado.
Cerca del 70% de los presuntos autores eran miembros del clero y el resto responsables laicos, ha detallado. Mientras los laicos fueron sancionados, no fue el caso de los sacerdotes.
El informe exime de toda responsabilidad al cardenal Rainer Maria Woelki, sospechoso de haber querido ocultar la magnitud de los abusos.
«Esto me da una profunda vergüenza», ha confesado Woelki, que ha suspendido con efecto inmediato a dos responsables de la Iglesia de Colonia, el obispo Dominikus Schwaderlapp y el titular del tribunal diocesano Guenter Assenmacher, por «encubrimiento» de casos de abusos. «Los actos deben tener también consecuencias para los miembros del clero», ha afirmado el cardenal.
Entre los eclesiásticos acusados por negligencia en el tratamiento de estos casos, la mayoría de ellos de los años 70, figuran el actual arzobispo de Hamburgo, Stefan Hesse, exjefe personal en Colonia, al igual que los dos predecesores, ya fallecidos, de Woelki al frente de la diócesis. Woelki dijo a principios de marzo que suspendería «de manera provisoria, si es necesario, a las personas citadas en el informe», antes de sacar conclusiones concretas el 23 de marzo.
«La amplitud de los abusos e infracciones de los responsables religiosos a su deber», tal como se describe en el informe, es «aterradora», ha reaccionado el comisario del gobierno para las cuestiones de agresiones sexuales, Johannes-Wilhelm Rörig, que ha destacado la publicación tras una «espera insoportable».
Woelki provocó un escándalo el año pasado al negarse a hacer público un primer informe sobre el periodo de 1975 a 2018, alegando infracciones y problemas de protección de datos. La decisión exasperó a las víctimas, provocó la huida en masa en su diócesis y la incomprensión de sus pares. Por eso el cardenal pidió este nuevo informe.
El jefe de la asamblea de obispos Georg Bätzing tildó la comunicación de monseñor Woelki de «un desastre» a finales de febrero, en una severa crítica poco habitual. Por su parte, Tim Kurzbach, presidente del consejo de la diócesis de Colonia, ha asegurado que se trata de «la crisis más grande que haya vivido la Iglesia».
La polémica con Woelki se produjo en un momento en el que la Iglesia Católica había hecho algunos progresos en el reconocimiento de sus culpas y la indemnización de las víctimas.
En 2018, un informe encargado por la Iglesia reveló que 3.677 niños o adolescentes fueron víctimas de abuso sexual por más de mil miembros del clero desde 1946. La mayoría de los responsables de estos hechos no fueron sancionados. Al no tener acceso a todos los archivos, los autores del estudio advirtieron de que el número de víctimas era probablemente más elevado.
Las revelaciones, similares a otros escándalos en países como Australia, Chile, Francia, Irlanda y Estados Unidos, llevaron al cardenal Reinhard Marx, un reformador, a pedir perdón en nombre de la Iglesia Católica alemana. La Iglesia paga una indemnización -juzgada insuficiente por las víctimas- de 5.000 euros por persona en «reconocimiento de sus sufrimientos», así como gastos de terapia.
Además, cada diócesis ha iniciado una investigación local adicional bajo la vigilancia de una comisión mixta. El caso de Colonia afecta por otra parte las posibilidades de modernización de la Iglesia actualmente en discusión en el marco de un sínodo.
Se trata también de retener a los fieles, que pagan un impuesto en Alemania y contribuyen a financiar por ejemplo las asociaciones caritativas. El número de miembros de la Iglesia Católica, que sigue siendo mayoritaria en el país, cayó a 22,6 millones en 2019, es decir dos millones menos que en 2010, año de revelación de los escándalos de abusos sexuales.
El papa Francisco ha tomado medidas para luchar contra el silencio que rodean los abusos sexuales a menores en la Iglesia. En 2019 adoptó una medida histórica que obliga al clero a señalar cualquier abuso sexual.