Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos y la Administración de Drogas y Alimentos han recomendado que se suspenda el uso de la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson, conocida como Janssen, tras haber registrado seis casos de un tipo de coágulo sanguíneo «raro y grave», según ha comunicado la propia agencia norteamericana. La recomendación de EEUU ha afectado a Europa : la llegada de la vacuna se va a retrasar debido a que las autoridades sanitarias europeas están estudiando estos efectos secundarios.
Lo más importante: hasta este lunes 12 de abril, se han administrado más de 6,8 millones de dosis de la vacuna J&J en Estados Unidos, según ha señalado la FDA. Por el momento, los organismos están revisando los datos de seis casos de trombos notificados en el país. Se trata de un tipo de coágulo sanguíneo raro y grave en individuos después de recibir la vacuna.
La FDA ha agregado que «la seguridad de la vacunación es una prioridad para el gobierno federal (de EEUU), y nos tomamos muy en serio todos los informes de problemas de salud posteriores a la inmunización» contra la pandemia. En Estados Unidos, uno de los países con mayores niveles de vacunación contra la COVID-19[contexto id=»460724″] del mundo, además de la vacuna de J&J se administran los sueros creados por Pfizer y Moderna.
J&J ha respondido con un mensaje de calma. Ha reiterado que se trata de seis casos reportados en EEUU de entre más de 6,8 millones de dosis administradas y que tanto el CDC como la FDA han «recomendado una pausa» en la vacuna «por cautela».
En Europa, Italia ha sido el primer país en pronunciarse. Esperará a la valoración de la EMA para comenzar a administrar la vacuna de Janssen, pero considera que «tendrá que usarse» porque es importante.