La Iglesia católica ha visto descender en los últimos años el número de sacramentos y celebraciones religiosas, especialmente en el caso de los matrimonios, que se han reducido cerca de un 30% en cinco años, pero también los bautizos (24% menos) y las comuniones (14,7% menos).
En contexto: son algunos de los datos que se desprenden de la Memoria Anual de Actividades de la Iglesia Católica en España 2019, presentada este martes, y que ponen de manifiesto una importante reducción de la actividad celebrativa de la Iglesia. Así, en 2019 se celebraron en España 36.650 uniones frente a las 51.810 que tuvieron lugar en 2015, un 29,3% menos. De hecho, el número de matrimonios eclesiásticos ha ido bajando paulatinamente año a año.
También han descendido el resto de sacramentos, como los bautizos. De los 231.254 que se celebraron en 2015 a los 175.844 de 2019 (un 23,9% menos); y las primeras comuniones, que representan un 14,7% menos al pasar de las 240.094 a las 204.618.
Según la Memoria de la Iglesia, son nueve millones de personas las que acuden regularmente a misa, y el 68,3% de la población en España se considera católica.
Esto tiene su reflejo en la actividad económica de esta institución y en los datos de la asignación tributaria. En la última campaña de la Renta -datos que se conocieron el pasado mes de marzo- los contribuyentes asignaron a la Iglesia 301.208.649 euros lo que supone un incremento de más de 16 millones en relación a 2018.
Según ha detallado la directora de la Oficina de Transparencia de la CEE, Ester Martín, el 80% de la asignación tributaria se emplea en cubrir las necesidades de las diócesis, que en 2019 destinaron un total de 229 millones a actividades pastorales y asistenciales.
En concreto, ha detallado que en ese año las diócesis destinaron a actividad asistencial 9 millones más que el ejercicio anterior.
La directora de la Oficina de Transparencia de la CEE ha apuntado, asimismo, que en los últimos nueve años han aumentado en un 71,7% los centros asistenciales de la Iglesia y, gracias a ello, se ha podido atender a cuatro millones de personas, entre ellas migrantes y refugiados, mujeres víctimas de violencia, menores y personas en búsqueda de empleo.
Más de medio millón de personas han pasado por los comedores sociales de la Iglesia y 1.200 capellanes han acompañado a más de 180.000 personas en los hospitales.
En el capítulo educativo, Martín ha subrayado que «la cantidad que recibe la Iglesia cada vez rinde más» y el ahorro al Estado en materia de educación multiplica por más de 10 la cantidad que ha recibido la Iglesia a través del IRPF.
Mas de 1,5 millones de alumnos estudian en 2.564 centros católicos, que emplean a 237.200 docentes y trabajadores, el 96% de ellos, personal seglar.
El secretario general de la CEE, Luis Argüello, ha destacado que cada vez son más los voluntarios que prestan su trabajo gratuitamente dentro de la Iglesia, algo que se debe también a las «nuevas formas de acción» que implican una atención jurídica o psicológica más profesional, como es el caso de los migrantes o las mujeres víctimas de violencia.
Esta Memoria de actividades, que por noveno año consecutivo ha sido auditada por una consultora externa y será entregada al Gobierno, responde -en palabras de Argüello- a un ejercicio de transparencia y agradecimiento a la sociedad española por parte de la Iglesia.
En esta ocasión, tal y como ha pedido el Tribunal de Cuentas, se ha solicitado la declaración de impuestos sobre sociedades de todas las diócesis.