Marruecos, uno de los grandes exportadores de cannabis, legaliza su uso medicinal e industrial
El Parlamento de Marruecos ha votado a favor de un proyecto de ley para legalizar el cultivo local de cannabis para uso medicinal e industrial. Lo ha hecho con 119 votos a favor y 48 en contra.
Por qué es importante: cultivado tradicionalmente desde hace siglos, autorizado bajo el protectorado francés, prohibido en 1954 pero tolerado desde entonces, el «kif» –también llamado «hachís», el polen del cannabis– mantiene a entre 80.000 y 120.000 familias, según las estimaciones.
El consejo de Gobierno adoptó el pasado mes de abril un proyecto de ley sobre «los usos legales» del hachís que autorizaba su uso «médico, cosmético e industrial». El texto, que acaba de ser validado por el Parlamento, no se refiere al cannabis recreativo, que sigue estando prohibido. El objetivo es «reconvertir los cultivos ilícitos y ambientalmente destructivos en actividades legales y sostenibles que generen valor y empleo», según reza el texto.
Durante la sesión para la aprobación de este proyecto de ley, el ministro del Interior, Abdeluafi Laftit, ha resaltado que esta histórica decisión llega en un momento «sin precedentes», dada la aprobación del consumo de esta droga en varios países, así como por la relajación del control sobre la misma. En este contexto, Rabat busca obtener beneficios de la comercialización del cannabis.
El mercado global del cannabis medicinal y sus productos relacionados ha vivido un importante auge en los últimos años, provocado por un número creciente de países que se han alejado de la prohibición absoluta de una planta cuyos derivados pueden utilizarse con fines terapéuticos. Algunos de los países que han legalizado el cannabis en los últimos, al menos para su uso medicinal, son Alemania, Australia o Canadá –también para uso recreativo–, entre otros tantos.
En España la situación es muy diferente: es el país europeo que más multas pone relacionadas con el cannabis pese a no ser el más consumidor. En nuestro país no es ilegal consumir cannabis, pero sí hacerlo en la vía pública o traficar con él.
En Marruecos, donde decenas de miles de personas viven del cultivo ilegal de cannabis, se ha debatido la legalización de esta droga durante de una década. Sus defensores esgrimen que permitirá a los agricultores vender al Gobierno en lugar de a los narcotraficantes. El rey Mohammed VI tiene que aprobar la legislación antes de que entre en vigor. El uso recreativo, la venta y la producción seguirán siendo ilegales.