Los restos de al menos 215 menores indígenas han sido hallados en una antigua residencia escolar en el oeste de Canadá. Los cuerpos corresponden a niños desaparecidos, cuyas muertes no fueron documentadas. Algunos sólo tenían tres años de edad.
En contexto: las residencias escolares eran operadas en muchos casos por grupos religiosos. Los niños indígenas eran sacados a la fuerza de sus comunidades y enviados a estos internados, a veces situados a centenares de kilómetros de su lugar de origen, para que olvidaran sus costumbres y lenguas aborígenes.
Un grupo indígena de la provincia de la Columbia Británica, en el oeste de Canadá, descubrió los cuerpos utilizando un radar de penetración en el terreno para no alterar los restos y señaló que continuará la búsqueda en el recinto de la residencia escolar de Kamloops.
El sistema de residencias escolares fue establecido por el Gobierno de Canadá a principios del siglo XIX para asimilar a la población indígena del país y estuvo operativo hasta el cierre del último centro de este tipo en 1996.
En muchos casos, los niños sufrieron abusos físicos, sexuales y psicológicos sistemáticos, incluidas torturas. En algunos casos, las autoridades canadienses realizaron experimentos «científicos» con ellos.
En 2017, el Gobierno canadiense se disculpó oficialmente por el internamiento forzado de los niños indígenas y el año pasado designó dos de las residencias escolares donde se cometieron abusos como Sitio Histórico Nacional en reconocimiento de los errores del pasado.