Al menos 120 personas, la mayoría de ellas en Alemania, han muerto a consecuencia de las inundaciones provocadas por devastadoras lluvias en Europa y que han afectado principalmente al país germano. Además, 1.300 personas están todavía desaparecidas, según el último balance de las autoridades.
Lo más importante: centenares de personas siguen desaparecidas, por lo que «el temor es que la cifra tenga que ser corregida al alza», ha dicho un portavoz de la policía de Coblenza.
«Me temo que en los próximos días veremos toda la magnitud de la catástrofe», dijo el jueves por la noche la canciller alemana Angela Merkel desde Washington, donde dio una rueda de prensa conjunta con el presidente estadounidense, Joe Biden.
Las lluvias han amainado pero la situación en las regiones afectadas sigue siendo tensa.
El número de desaparecidos es difícil de estimar con precisión ya que, según una portavoz del distrito de Ahrweiler, se ha producido un colapso de las líneas de telefonía móvil, por lo que muchas personas no han podido ser contactadas.
El ejército ha destinado 900 soldados a colaborar en los trabajos de rescate y de búsqueda de personas desaparecidas en los estados federados de Renania-Palatinado y Renania del Norte-Westfalia. En total, según el Ministerio de Interior, hay 15.000 personas trabajando en las labores de rescate.
Las autoridades han advertido a los ciudadanos de que deben retirarse de las cercanías de los ríos y han pedido que no entren en sótanos inundados, puesto que existe el peligro de sufrir descargas eléctricas.
Los daños económicos del temporal no han sido todavía estimados, pero teniendo en cuenta que ha afectado carreteras, líneas de ferrocarril y puentes así como casas y empresas privadas se espera un monto bastante elevado. El estado federado de Renania-Palatinado ha destinado una primera partida de urgencia de 50 millones de euros para paliar los daños.