Miles de personas han sido evacuadas en la noche del lunes al martes, sobre todo en siete campings en torno al macizo de los Moros en el sureste de Francia, a causa de un incendio que en la mañana del martes seguía avanzando sin control y había quemado ya unas 5.000 hectáreas.
Lo más importante: aunque no hay ninguna víctima personal por el momento, el fuego ha podido avanzar rápidamente en las últimas horas en razón de unas condiciones meteorológicas desfavorables caracterizadas por un fuerte viento y temperaturas elevadas.
Las evacuaciones se han llevado a cabo en los alrededores de Cavalaire y de Saint-Tropez, en especial cerca de las localidades de Grimaud y de La Mole, según ha informado una portavoz de los bomberos a AFP.
«El fuego no está controlado», ha advertido el prefecto del departamento de Var, Evence Richard, que en declaraciones al canal BFMTV ha dicho que «al menos un centenar de viviendas han resultado más o menos afectadas».
El fuego se declaró el lunes a última hora de la tarde en un área de la autopista A57 a un centenar de kilómetros al noreste de la ciudad de Tolón, en la costa mediterránea. Evence ha explicado que desde las 07:00 de la mañana habían comenzado a operar cuatro hidroaviones y tres helicópteros para controlar las llamas en apoyo de los entre 700 y 750 bomberos que trabajaban en tierra.
La Prefectura (delegación del Gobierno) ha insistido en su cuenta de Twitter en un mensaje dirigido a la población en que no colapsen las carreteras de la zona para dejar trabajar a los servicios implicados.
El ministro de Interior, Gérald Darmanin, ha anunciado también en Twitter que estará este martes en el lugar del incendio, que se presenta como el más grave de este verano en Francia, para hacer un seguimiento de su evolución.
Varios países mediterráneos, entre ellos Grecia, Italia, España, Argelia y Marruecos, han registrado graves incendios en los últimos días debido a las elevadas temperaturas.