Un macrobotellón que ha reunido a miles de personas, en su mayoría jóvenes, en la Avenida María Cristina y la Plaza España de Barcelona y sus aledaños, ha derivado en numerosos actos vandálicos, especialmente en el Palacio de Congresos de la Fira, la quema de vehículos y peleas entre grupos que han provocado 43 heridos, 13 de ellos por arma blanca. Por estos altercados hay 20 detenidos.
En contexto: por segunda noche consecutiva, y en el marco de las fiestas de la Mercè, a partir de la medianoche miles de jóvenes se han concentrado en esta parte de Barcelona, próxima a Montjuic.
Al contrario que en la noche del viernes, en la que se reunieron unos 15.000 jóvenes sin que se produjeran incidentes, en esta ocasión se han producido graves altercados y actos vandálicos, incluido un ‘asalto’ al Palacio de Congresos de Fira de Barcelona, que ha sufrido numerosos daños, como la rotura de vidrios en su fachada.
Cuando agentes antidisturbios de la Guardia Urbana se han personado en el Palacio de Congresos para acabar con los incidentes, han sido atacados por algunos de los asaltantes con el lanzamiento de botellas de vidrio que han hecho retroceder a los agentes, según reflejan diversos vídeos publicados en las redes sociales. Finalmente, hacia las 05:00 horas se ha producido una intervención policial en la zona que ha logrado dispersar a quienes todavía permanecían en el lugar.
El área de la Avenida María Cristina y Plaza España ha amanecido con numerosos desperfectos en el mobiliario urbano, algunos vehículos quemados y gran cantidad de vidrios rotos y basura esparcidos por la vía pública, testimonio de la «batalla campal» en la que ha derivado el macrobotellón.
El teniente de alcalde de Cultura de Barcelona, Jordi Martí, elogió la actuación «prudente» y «escrupulosa» de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra ante el primer macrobotellón en esta zona en la madrugada del viernes, al optar por controlar e «impedir cualquier violencia» en lugar de desalojar una gran concentración que a su juicio podía haber causado «males mayores».
Martí dio por hecho que los botellones se repetirán todas las noches de la Mercè, aunque manifestó su confianza en que la fiesta mayor se desarrollaría con normalidad.