El secretario general de la ONU, António Guterres, ha pedido una inyección «inmediata» de 8.000 millones de dólares (unos 6.900 millones de euros) al G-20 para paliar la «tragedia» del desigual reparto de las vacunas contra el coronavirus[contexto id=»460724″].
«Necesitamos una inyección inmediata de 8.000 millones de dólares para garantizar que la distribución es equitativa y pedimos al G-20 que nos lleve allí», ha afirmado Guterres en una intervención por videoconferencia ante el Foro Sanitario Mundial.
Guterrres ha recordado que «tres cuartas partes del total de las vacunas han ido a parar a los países de ingresos altos y medios-altos». «El nacionalismo de vacunas y el acaparamiento nos están poniendo en peligro a todos. Implican más muertes, más sistemas sanitarios destruidos. Más miseria económica y un entorno perfecto para la fijación y difusión de variantes» del virus, ha advertido.
El objetivo es que las vacunas lleguen al 40% de la población de todos los países a finales de este año y alcanzar el 70% a mediados de 2022.
«La de la COVID-19 no va a ser la última pandemia que tengamos que afrontar, pero puede ser la última en la que fallemos», ha argumentado el máximo responsable de la ONU, que ha abogado así por un plan «moderno», una «arquitectura para pandemias para que los errores que estamos cometiendo ahora no se repitan jamás».
Para ello, es «esencial» incrementar la financiación y la autoridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS). «Pasemos de la alarma a la acción (…). Nunca había sido tan importante lograr una sanidad para todos».