La nota media de los institutos públicos baja si hay casas de apuestas cerca, según un estudio
En España, más de 400.000 personas son adictas al juego, según los datos de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fejar). Es decir, casi un 1% de la población española sufre de ludopatía. De todos ellos, un 44% son menores de 26 años. Dado que legalmente los menores de edad no pueden participar en estas actividades, no existen datos exactos acerca de cuántas de estas personas no han cumplido aún los 18 años, pero no es ningún secreto que los adolescentes son el objetivo de la industria del juego.
Ahora, un estudio elaborado por dos investigadores del instituto internacional especializado en ciencias sociales European University Institute demuestra que la cercanía de las casas de apuestas a los institutos de educación secundaria afecta a corto plazo al rendimiento escolar, en especial en los barrios con rentas más bajas.
Una bajada de 0,25 puntos a corto plazo
El estudio se ha realizado en institutos públicos y privados de Madrid, elegido por «la ola de aperturas» de casas de apuestas, a través de las notas del examen de selectividad para poder así tomar calificaciones hechas por una persona sin conexión con los alumnos.
El primer resultado es en relación a los efectos a corto plazo de las aperturas de casas de apuestas cerca de un instituto, y es que el rendimiento escolar baja en 0,25 puntos en una escala del uno al diez cuando uno de estos locales abre a menos de 500 metros del centro educativo.
Sin embargo, esto solo ocurre en los institutos públicos, especialmente en los situados con una renta por debajo de la media, mientras que en los concertados no se aprecia un efecto inmediato en el rendimiento de los alumnos.
Las consecuencias se agravan con el tiempo
Más allá de las consecuencias a largo plazo, los investigadores, Mar Espadafor y Sergi Martínez, señalan que el rendimiento de los alumnos empeora aún más cuando se analiza un curso académico completo después de la apertura del local de juego. De 0,25 puntos, el descenso llega a los 0,5 puntos de media. También aquí, en los efectos después de meses, los colegios concertados siguen sin verse afectados por esta situación.
Un patrón que se repite cuando lo que se analiza es la distancia a las casas de apuestas. En el caso de los centros concertados, sí que se muestra una asociación entre el éxito académico y la cercanía a estos negocios, pero no de una manera estadísticamente significativa, según señalan los autores. «La distancia a las casas de apuestas solo muestra una asociación robusta con el rendimiento académico cuando restringimos la muestra a la población más vulnerable: los institutos públicos en los barrios más pobres», dice el estudio.
Happy to share our new paper (with @Sergisme) on the consequences of sports gambling opportunities on educational performance, and their implication for inequality.
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just published in @PLOSONE https://t.co/T4R2JQy2ez
— Mar Cañizares Espadafor (@marespadafor) October 28, 2021
«Claramente el objetivo de los operadores de juego va a ser tener como población diana primero a los adolescentes, y dentro de ellos, a las clases que tengan alguna motivación añadida para practicar el juego de azar», dice por su parte Juan Lamas, director técnico de Fejar, a THE OBJECTIVE. «Eso es una realidad empírica, es una intencionalidad empresarial, desde el punto de vista de negocios», añade.
Más control y sobre todo, prevención
Aunque parece que el Gobierno avanza en la intención de crear políticas que limiten el acceso al juego de azar y que ayuden a impedir el aumento del número de ludópatas en España, con la aprobación de normas como el Real Decreto de Comunicaciones Comerciales y el Decreto de Juego Seguro, desde Fejar apuntan que aunque son avances útiles, no son suficientes.
«La limitación de la publicidad, la no utilización de personajes famosos, la distancia entre centros escolares, el control exhaustivo de acceso a los salones de juego… Está claro que son medidas que van a ayudar», dice Lamas, pero apunta que las creen «insuficientes si no se acompañan de otra serie de medidas a nivel de prevención y de sensibilización en la población, sobre todo en los sectores más vulnerables, como los adolescentes».
Además de la prevención y la educación, que deberían ser prioritarias, pero no tienen un efecto a corto plazo, hacen falta medidas de efecto más inmediato, como el control de acceso en todos los lugares en los que se pueda jugar. «Esa es una de las medidas que nosotros exigimos, no solo en los salones de juego, nosotros solicitamos que todos los aparatos de juego tengan un control de acceso, no entendemos que en pleno siglo XXI las máquinas tragaperras no lo tengan», señala Lamas.
Pero no solo lo ven necesario en las máquinas, sino que también lo sería en los locales de juego, porque «está claro que dejar el control al factor humano va a implicar que haya distorsiones y no haya un control efectivo» y, como ocurre en la actualidad, puedan entrar menores o personas que se han sumado voluntariamente al Registro de Interdicciones del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para no poder acceder a estos negocios.