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Sociedad

El Papa lamenta en su mensaje de Navidad que las tragedias «se pasen por alto»

Todavía existen «muchos conflictos, crisis y contradicciones. Parece que no terminan nunca y casi pasan desapercibidos», ha dicho

El Papa lamenta en su mensaje de Navidad que las tragedias «se pasen por alto»

El papa Francisco durante su discurso. | Remo Casilli (Reuters)

De nuevo asomado a la logia central de la basílica de San Pedro, tras la ausencia del año pasado por la pandemia, el papa Francisco ha golpeado de nuevo con un mensaje de Navidad en el que ha afirmado que «nos hemos habituado a que las inmensas tragedias se pasen por alto» y que «corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor y desesperación de muchos de nuestros hermanos y hermanas».

Ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro, a pesar de la situación epidemeológica en Italia, Francisco ha afirmado que en este tiempo de pandemia «se refuerza la tendencia a cerrarse, a valerse por uno mismo, a renunciar a salir, a encontrarse, a colaborar».

Pero ha lamentado que esto también se observa «en el ámbito internacional», donde «existe el riesgo de no querer dialogar, el riesgo de que la complejidad de la crisis induzca a elegir atajos, en vez de los caminos más lentos del diálogo; pero son estos, en realidad, los únicos que conducen a la solución de los conflictos y a beneficios compartidos y duraderos».

Ha subrayado que todavía existen «muchos conflictos, crisis y contradicciones. Parece que no terminan nunca y casi pasan desapercibidos». «Nos hemos habituado de tal manera que inmensas tragedias ya se pasan por alto; corremos el riesgo de no escuchar los gritos de dolor y desesperación de muchos de nuestros hermanos y hermanas».

Y como es habitual en sus mensaje de Navidad, que se convierten en un dura descripción de la actualidad, ha comenzado a enumerar los conflictos en el mundo, comenzando por Siria, que vive «más de un decenio vive una guerra que ha provocado muchas víctimas y un número incalculable de refugiados».

Ante los fieles en la plaza de San Pedro en una jornada de incesante lluvia, Francisco ha pedido «al Niño que acaba de nacer» para los fieles católicos, que «conceda de paz y concordia a Oriente Medio y al mundo entero». Y también que dé apoyo al pueblo birmano, «donde la intolerancia y la violencia también golpean frecuentemente a la comunidad cristiana y los lugares de culto, y opacan el rostro pacífico de sus gentes». y que permita «que se propaguen en Ucrania las metástasis de un conflicto gangrenoso».

Ha rogado también para que Etiopía «vuelva a encontrar el camino de la reconciliación y la paz a través de un debate sincero, que ponga las exigencias de la población en primer lugar» y para que se escuche «el grito de los pueblos de la región del Sáhel, que padecen la violencia del terrorismo internacional» y también ha pedido alivio para los países del norte de África y «para el sufrimiento de muchos hermanos y hermanas que sufren por los conflictos internos de Sudán y Sudán del Sur».

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