La ansiedad y las depresiones en embarazadas aumentan de manera llamativa por la pandemia

Los problemas de salud mental se han visibilizado mucho desde que comenzó la pandemia y los estudios sobre cómo ha afectado la crisis sanitaria a este aspecto de nuestras vidas no dejan de aparecer. Entre los últimos destacan los que se centran en la salud mental de las embarazadas, que muestran un aumento importante de los casos de depresión y ansiedad en este grupo de población. 

Un estudio realizado en Reino Unido y publicado recientemente por BMC Pregnancy and Childbirth apunta a cifras tan preocupantes como que la prevalencia de la depresión ha aumentado hasta el 47%; la de la ansiedad, hasta el 60% y la del estrés relacionado con el impacto psicológico de la covid-19, un 40%.

En total, un 53% de las encuestadas mostraba síntomas mínimos de depresión y la depresión grave afectaba al 7% de estas mujeres. 

La ansiedad era mucho más común, con un 60% de las participantes que superaba los niveles en los que se había establecido el corte para estados de ansiedad, y un 62% superaba los niveles de algún rasgo de ansiedad. Además, un 40% de las encuestadas reportó síntomas de un trastorno postraumático. 

«Los resultados muestran que una experiencia directa de un trauma prenatal, como los ocurridos durante la pandemia de covid-19, amplifica significativamente la vulnerabilidad de las madres ante los síntomas de salud mental y en la formación de una relación positiva con su bebé», concluyen los autores del estudio.  

La situación en España 

Aunque el estudio se centra en Reino Unido, la situación en España no difiere mucho de lo que muestra esta encuesta. «Durante todo el tiempo de la pandemia y sobre todo en el confinamiento, sí que ha habido un aumento significativo de la sintomatología tanto ansiosa como depresiva» en mujeres embarazadas, afirma en declaraciones a THE OBJECTIVE Jesica Rodríguez Czaplicki, psicóloga y presidenta de la Asociación Española de Psicología Perinatal (AEPP). «Sabemos que el embarazo es un periodo altamente sensible a nivel emocional y el impacto de la covid ha sido bastante importante en estas mujeres», añade. 

Aunque los estudios más recientes en España son finales de 2020, las cifras que muestran son también preocupantes. Uno de ellos es una encuesta realizada por el Hospital Universitario Vall d’Hebron, entre cuyos resultados destaca que el 37,8% de las participantes mostraban signos de depresión y casi un 60% mostraba signos de ansiedad. 

Cifras como estas han hecho que «todas las personas que nos dedicamos a la psicología perinatal sí que estemos un poco alerta ante todo esto que está ocurriendo», señala la presidenta de la AEPP. 

Las cambiantes restricciones, una de las principales causas

En lo que coinciden los estudios y los expertos es en que la incertidumbre y las restricciones cambiantes para evitar la expansión del coronavirus, sumados a los miedos generados por la pandemia, provocan en gran parte este aumento de casos. 

«Afortunadamente las medidas han ido flexibilizándose y yéndose hacia la lógica y la evidencia científica, pero en un primer momento las embarazadas entraban solas en la consulta, se llegaron a hacer separaciones de madres y bebés en el postparto, había unas medidas que iban incluso en contra de la evidencia científica y que también iban a perjudicar emocionalmente a esas madres», apunta Rodríguez. 

Apunta a lo mismo Daniel Morillas, vicepresidente de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME), que señala en declaraciones a este periódico que las restricciones de este tipo han afectado al estado de las embarazadas: «Para ellas que ya de por sí el embarazo y el parto es una etapa de mucha incertidumbre, se les suma una incertidumbre tremenda y que encima no pueden controlar, porque muchas veces depende del lugar en el que van a ser atendidas o de quién las atiende». 

Otro factor al que apuntan los dos estudios mencionados que está relacionado con menores niveles de síntomas de este tipo es el hecho de contar con una red de apoyo. «El apoyo puede actuar como un factor protector, particularmente para aquellas que valoran el impacto de la pandemia como algo más negativo», señala el estudio inglés. «Las mujeres embarazadas con un apoyo social bajo tienen mayor riesgo de desarrollar síntomas de ansiedad y depresión», apuntan por su parte los investigadores del Vall d’Hebron. 

«Los seres humanos necesitamos una red de apoyo y una mujer embarazada, una mujer en el puerperio necesita tener esa red con esos apoyos que le proporcionen una sensación de seguridad», apunta Rodríguez. Por eso, considera «vital que permitan a las mujeres estar acompañadas de la persona de su elección en todo momento y que no las separen de sus bebés», al contrario de lo que ha ocurrido en algunos momentos de la pandemia. 

«Yo creo que es importantísimo, ya que hay miedo, que de alguna manera intentemos darles todo ese soporte, información y que se hagan cribados universales para ver cómo está la salud de estas mujeres», dice la presidenta de la AEPP. 

El vicepresidente de la FAME, por su parte, opina que estos cribados ya se hacen, pues «cuando la mujer embarazada es captada por el sistema sanitario, se hace una historia clínica y ahí se aborda todo su historial». «Una embarazada que siga un programa más o menos normal de seguimiento del embarazo, entre las visitas que haga a la matrona, a su médico de familia y a obstetricia la pueden estar viendo fácilmente 14 o 15 veces en el embarazo, entonces tarde o temprano alguien va a darse cuenta de que esa mujer tiene ansiedad», opina.