Los farmacéuticos exploran una salida legal para vender cannabis medicinal
300.000 pacientes en España podrían beneficiarse de productos preparados con principios activos de esta planta al no funcionarles otras soluciones médicas
El Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF) ha propuesto una prueba piloto en farmacias para valorar el uso del cannabis con finalidad terapéutica, tal como se ha optado en Francia con 1.000 pacientes en el proceso.
Así lo ha solicitado esta semana en el Congreso de los Diputados el máximo representante de los farmacéuticos, Jesús Aguilar, quien sostiene que en España existe un número importante de pacientes cuyos problemas de salud no son resueltos «satisfactoriamente» con los tratamientos farmacológicos convencionales disponibles, por lo que valorar diferentes opciones en el ámbito del cannabis terapéutico es conveniente para «calmar el dolor de estas personas».
En los últimos años, el debate sobre el uso medicinal del cannabis se ha intensificado y la demanda de ciertos colectivos de pacientes sobre la utilización de preparados a base de cannabis para aliviar determinados síntomas o mitigar sus dolencias plantea nuevos retos en la terapéutica y en el ámbito jurisdicción.
«Imprescindible» participación de la farmacia comunitaria
Ya desde octubre de 2021, una subcomisión de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso analiza experiencias de regulación del cannabis para uso medicinal. Impulsada por el PNV, tiene de plazo hasta el próximo 20 de mayo para elaborar el informe de conclusiones, que será remitido al Gobierno para que sea utilizado en la regulación del cannabis como uso médico en España, basado en las experiencias de otros Estados.
En este sentido, Aguilar ha destacado la «imprescindible» participación de la farmacia comunitaria en la dispensación de estos productos, prescritos por un médico, para una indicación concreta y con la autorización oficial de uso por la AEMPS.
Antonio Blanes, director de los Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Farmacéuticos, cuenta a THE OBJECTIVE que los productos con los que podría comenzar a hacerse el ensayo, en caso de llevarse a cabo, serían «o bien formas
farmacéuticas con uno o más principios activos aislados a determinada concentración, o bien preparados o extractos de la planta debidamente normalizados».
No obstante, matiza, habría que realizar «una evaluación exhaustiva de la evidencia científica disponible», que permitirá definir cuáles son aquellos productos (y su composición definida) de mayor interés en el estudio del potencial terapéutico del cannabis, así como el perfil de pacientes. «Puede ir orientado, por ejemplo, a grupos específicos de pacientes con dolor crónico o afectados por patologías que cursen con espasticidad muscular o náuseas/vómitos, y que no responden adecuadamente a otras terapias mejor conocidas», apunta.
300.000 pacientes podrían beneficiarse del cannabis medicinal
En abril de 2021, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) recogió la opinión sobre la legalización de la marihuana. En la encuesta, un 49,7% de la población se mostró a favor de permitir su venta con control, un porcentaje que subía hasta el 90,1% si se planteaba el uso médico.
Para unos 300.000 pacientes en España, según datos facilitados por el Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OEDCM), otras soluciones médicas ya no funcionan. Por ejemplo, según la Sociedad Española de Neurología, tres millones de personas en nuestro país presentan dolor neuropático, que es uno de los peores dolores por la dificultad del tratamiento, su enorme complejidad y por la forma tan intensa en la que lo experimentan los pacientes. Un 77% de esos tres millones de pacientes lo padece de forma crónica, por lo que mitigar sus dolencias con estos productos prescritos por un médico podría ser una solución.
Además, Ekaitz Agirregoitia, del OEDCM, apunta a este periódico que el cannabis medicinal en cualquier de sus formas –aceite, alcohol o mediante vaporización, ya que no recomienda su uso en pastilla– podría usarse en pacientes con esclerosis, para niños con epilepsia, para personas con problemas de inflación intestinal –como se hace en Israel–, para paliar brotes psicóticos, durante los procesos de quimioterapia –para reducir la sensación de náuseas– y en niños con autismo, donde asegura, cada vez hay más evidencia de que el cannabis medicinal podría ayudar a mejorar determinadas conductas de estos niños, como la irritabilidad, la ansiedad o la inquietud motora.
Medicamentos autorizados con derivados del cannabis
En España, hasta el momento, los dos únicos medicamentos autorizados con derivados del cannabis son el Sativex® y el Epidyolex®. El primero está indicado como tratamiento adicional para personas con esclerosis múltiple y el segundo, altamente purificado en cannabidiol (CBD), se usa, principalmente, para pacientes con epilepsia asociada al síndrome de Dravet o Lennox-Gastaut.
No obstante, cuenta el director de los Servicios Farmacéuticos del Consejo General de Farmacéuticos, para ambos medicamentos, aun pudiéndose dispensar en las farmacias comunitarias, «el Ministerio de Sanidad ha limitando su dispensación a través de receta del Sistema Nacional de Salud, a los servicios de farmacia de los hospitales, informan desde el Colegio». «Con estas condiciones, los pacientes tienen que acudir a los hospitales, con el consiguiente impacto en tiempo y costes por desplazamientos innecesarios si tenemos en cuenta que siempre disponen de una farmacia comunitaria de cercanía», matiza.
Además, desde el Observatorio Español de Cannabis Medicinal aseguran que el Epidyolex® no estaría cubierto por la Seguridad Social. Con un coste de unos 30.000 euros por persona al año, «la mayoría de las personas que lo necesitan compran CBD en la calle y no vía médico», aseguran desde el organismo.
Marco internacional
El panorama internacional es heterogéneo, y el debate sobre el uso terapéutico del cannabis y de sus componentes activos es cada vez más intenso. Sin embargo, se observa una tendencia hacia la regulación del cannabis medicinal. De hecho, hay 47 países que lo han hecho, 11 europeos.
Sin embargo, el último hito se encuentra en diciembre de 2020, cuando la Comisión de Estupefacientes de la ONU eliminó el cannabis de la Lista IV de la Convención Única de 1961, donde figuraba junto a opioides adictivos y potencialmente letales (como la heroína), quedando incluido ahora en su Lista I, donde permanecen los estupefacientes con potencial adictivo pero accesibles para fines médicos (como la morfina).
Aún así, en Europa, además de España, países como Rusia, Ucrania, Hungría, Bielorrusia, Serbia, Bulgaria, Eslovaquia, Bonia-Herzegovina, Moldavia, Albania, Letonia, Montenegro e Islandia no contemplan ninguna legislación para el cannabis medicinal.
Por su parte, Alemania, Bélgica, Portugal o Italia, entre otros países europeos, permiten que los productos normalizados (flores, aceites, granulados…) sean dispensados en la farmacia a un paciente concreto, y de acuerdo con una prescripción médica específica, con fines de tratamiento de determinadas patologías.
«Desde algunos sectores se habla de regular en España, como se ha hecho en otros países europeos, la formulación magistral de preparados cannabinoides», nos cuenta Ekaitz Agirregoitia
«En todos los casos, la participación del farmacéutico es fundamental para contribuir al seguimiento farmacoterapéutico del paciente y la farmacovigilancia, a fin de optimizar los resultados de la farmacoterapia», concluyen desde el Consejo General de Colegios Farmacéuticos.